¡GOYA,
GOYA! ¡CACHÚN, CACHÚN, RA, RA…!
Por Carlos Calderón
Cardoso
Historiador,
escritor, columnista y analista del Fútbol Mexicano.
El nombre de
José Luis Rodríguez por sí solo no dice nada, pero si se le antepone el apodo
de “Palillo”, inmediatamente uno lo asocia con las porras en el mítico estadio
de Ciudad Universitaria.
José Luis Rodríguez nació el 2 de Octubre de
1934 en San Sebastián del Oeste, Jalisco. Algunos años más tarde, viajó a la
ciudad de México en donde estudiaría en la Preparatoria número 1 de
la UNAM, ahí, le comenzaron a llamar "Palillo" por su aspecto físico,
extremadamente delgado.
“Palillo” cumplía una encomienda muy loable
para los demás preparatorianos. Era el encargado de negociar con los cines
cercanos una rebaja en el precio de la entrada a los mismos. Uno de los que
apoyaba incondicionalmente a los preparatorianos era el Cine Goya, que se
llamaba así en alusión al famoso pintor del siglo XIX y que se encontraba sobre
la calle del Carmen, muy cerca de la calle Colombia, en donde hoy en día está
la clínica Gregorio Salas.
El grito de guerra para pasar la voz de que
se iban de pinta comenzó a ser precisamente ¡Goya, Goya! Así, a voz viva, los
estudiantes comenzaban a llamarse para juntarse a la salida de la preparatoria
y marchar al cine mencionado.
Cuando al
grupo de jóvenes los acompañaba una o varias chicas, entonces le agregaban el
¡cachún, cachún! que hacía alusión a la palabra cachondeo, para tipificar que
habría algo más de diversión que tan sólo la película que iban a ver.
Por último, se
le añadió el “ra, ra, ra”, paráfrasis alegórica del aliento deportivo.
Así, a finales
de los años cuarenta, nació el canto de guerra de los universitarios, que
partido tras partido, lo escuchamos entonar en el estadio de C.U. y
prácticamente en todos los del país en donde se encuentre un universitario.
El Cine Goya en el Distrito Federal |
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