EL ESPAÑA
APARECE EN EL PANORAMA
DE LA LIGA DE MÉXICO
Por Carlos F.Ramírez
No es novedad hablar de la
presencia de los españoles en nuestro País (no es broma, desde luego). Uno puede opinar lo que quiera de la
dominación española y el tiempo que duró, pero como todo en la vida, es
relativa la crítica sobre el fenómeno mundial, de países poderosos que
dominaron a los más débiles. Sin embargo
el caso de España-México es especial, ya que así como dominaron y se llevaron
mucho, dejaron también cosas benéficas.
Es este tipo de juicio, debe colocarse en una balanza, y medirse incluyendo
consecuencias positivas que dejaron.
(Por otra parte esta es una
historia del fútbol solamente).
Así, el Club España – que poco
después recibió el permiso de agregarse lo de “Real” por haber sido reconocido
por el Rey de España (1) lo que no lo hizo muy popular en ciertos círculos
mexicanos aparte de que muy poca gente tomó muy en serio eso del “Real Club”.
Quienes emigran a un país,
normalmente contribuyen a su país de adopción, y es sobre esto como deben ser
juzgados: por su adaptación y entrega al país que los adoptó; una de las formas
sin duda es el desarrollo de una actividad sana como fue el desarrollo del deporte.
Coincidió su presencia con el despertar
socio económico de México. Así,
ingresaron a la Liga en 1912-13, y estrenaron el 26 de junio de 1913 su
uniforme albinegro; celebrándolo al ganar su primer título de Liga un año
después, en el Campeonato 1913-14. Con
el tiempo invirtieron en un estadio y desarrollaron jugadores (algunos nacidos
en México). Con toda justicia ganaron el
Campeonato 1913-14, habiendo perdido solamente el primero de los 8 partidos; y
aunque terminaron empatados en 11 puntos con el “Rovers” – equipo de la colonia
inglesa – las reglas de la competencia habían anticipado un empate en puntos se
decidiría con el promedio de goleo.
Rovers terminó 8-6 goles a favor y en contra; y el España 12-5, aparte
de que los partidos entre ambos mostraron ventaja para los hispanos (triunfo
1-0 y empate 0-0 en la segunda vuelta).
Agreguemos que
solo compitieron dos equipos de la colonia inglesa: “Rovers F.C.” y “Reforma
A.C.” ambos diezmados, tanto por el retorno a su país de quienes habían venido
a colaborar con el despegue económico de México; como los que habían sido “espantados”
por el inicio de la Revolución Mexicana meses atrás y sobre todo, por el inicio
de la I Guerra Mundial de Europa, que enroló
a muchos jóvenes en las fuerzas armadas, algunos de los que nos dejaron por
esto, murieron defendiendo los colores de su país, pero en una absurda Guerra.
Para sus archivos, el campeón
España, entrenado por Francisco G. Ubierta, tenía los siguientes titulares:
Enrique Gavaldá; Antonio
Arechederra y Emiliano Zaragoza; Jaime Arechederra, Francisco Arias y Enrique
Escalada; Ramón Lanza, Antonio Bravo, Bernardo Rodríguez, Delio Bonet, Luis
Fernández y Luciano Arechederra.
Destacaron los Hermanos
Arechederra, que como muchos más, vivieron y trabajaron en México; no solo
crearon empresas y fuentes de trabajo, y se avecindaron; sino que generalmente dejaron
familias que evidentemente con su trabajo formaron parte y contribuyeron al
progreso del País.
Cabe decir que este fue el último
año del equipo de la colonia inglesa, “Rovers F.C.”. Tristemente de algunos de sus jugadores
fallecieron en la I Guerra Mundial, especialmente Albert Hammond, Pryor y
Oliver M. Payne fallecidos en
la I Guerra Mundial. El equipo
desapareció de la Liga, pero para el Campeonato siguiente (1914-15) fue
reemplazado por “L’Amicale Francaise” (equipo de la colonia francesa de México)
y se agregó otro equipo de la colonia española, el “Deportivo Español”.
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