RECORDANDO UN EXCELENTE JUGADOR MEXICANO: RAÚL CÁRDENAS
Por Carlos F.Ramírez
Lamento mucho el fallecimiento de Raúl
Cárdenas, quien llevaba ya algún tiempo con una enfermedad que lamentablemente fue
terminal. Conocí a Raúl hace muchas décadas; lo vi jugar con el Zacatepec y contribuir al éxito
de ese equipo del Estado de Morelos. Antes
tuvo breves carreras con el Real Club España y el Puebla. Tuve la oportunidad de convivir con él, cuando estaba preparándose para su etapa como entrenador
nacional; y viví la molesta e inolvidable
gira del seleccionado nacional por Europa en 1969. Fue allí donde Raúl se preparó para tomar las
riendas del equipo nacional, después de una
gira que lamentablemente la Federación “arregló” para tronar al buen Nacho Trelles. Luego de competir por el puesto de DT
nacional, con toda justicia lo ganó Raúl.
No hizo un mal papel, en ese primer Mundial Mexicano,
aun cuando el equipo fue eliminado por Italia en forma lastimosa en la segunda
ronda. De allí salió Cárdenas a una
brillante carrera dirigiendo al Cruz Azul, al que le dio entre 1971 y 1976,
cuatro títulos de Liga (tres de ellos consecutivos).
Siempre ha sido el problema del fútbol
mexicano, la política interior en clubes
y consejeros de los dueños. Algo de eso forzó
a Raúl a dejar la selección nacional. Años
después del Mundial de 1970, regresó brevemente en 1979, cuando dirigió 30 partidos de la selección, perdiendo solo 7;
pero uno de ellos sirvió para eliminar al equipo mexicano del Mundial 1982. Allí terminó su carrera.
Hace algún tiempo, cuando se inauguró el “Salón
de la Fama de Pachuca”, estuve y platiqué por última vez con Raúl. Estaba notoriamente enfermo y lo ayudaban y
rodeaban sus familiares.
Apenas pudo pronunciar unas palabras, recordando
algunas experiencias que vivimos juntos en giras de la selección y durante su
época con Cruz Azul. Procuré evitar
recuerdos desagradables de su carrera, pero él se empeñó que habláramos de sus días en Cruz Azul y de su forzado regreso al fútbol como
entrenador. Era evidente que se le
dificultaba hablar por lo que me limité a entregarle mi libro sobre la Historia
de las ligas mexicanas. Lo hojeó y me
dijo que estaba ansioso de leerlo y sonriendo dijo que sobre todo, lo que yo
había escrito sobre él. Nunca más lo vi
y ahora me enteré de su fallecimiento.
Raúl era jugador inteligente, de colocación
impecable, armador de juego, físicamente dotado para luchar contra cualquier
rival. Era un líder natural, de físico imponente para jugar
al fútbol. Además sin duda conocía de
fútbol y estaba suficientemente ilustrado como para hablar libremente del
fútbol, su carrera y el futuro del fútbol mexicano. No me toca a mí juzgar sus andanzas
extra fútbol y lo encontré siempre muy profesional, líder y jugador
de entrega, como estoy seguro lo sabían
sus compañeros del Zacatepec y los del Cruz Azul, a quienes
entrenó y guió a títulos de Liga.
Para
mí, fue una de las figuras más
importantes de nuestro fútbol, y así es como debe ser juzgado. Que descanse en Paz, Raúl Cárdenas.
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