A PROPÓSITO DEL
CENTENARIO DEL AMÉRICA
Por Carlos F.Ramírez
Hace algún tiempo que no tenía el gusto de
escribir unas líneas a nuestros amables lectores. Ha sido un verano muy complicado con
actividades no solo deportivas, así que esto explica mi ausencia de este Blog.
Hay un enorme entusiasmo (me imagino) por eso
de que el Club América celebra su Centenario.
No quisiera enfriar el entusiasmo de sus modernos seguidores, pero si
vale la pena ir a la historia para aclarar algunas cosas que, repito, no quitan
el honor de ser un equipo con larga historia en el futbol mexicano.
Fue en el Campeonato 1917-18 cuando fue
aceptado en la “Liga Mayor” (lo que hoy llamamos Primera División) un equipo
del colegio Marista de la ciudad de México.
Quienes nos educamos con los Maristas, sabemos de la importancia que le
daban al deporte esa orden religiosa tan especial.
Pienso que al lector le interesará saber los nombres
de quienes por primera vez vistieron el uniforme crema-azul que jugó en el
Campeonato 1917-18:
Ignacio De la Garza era el portero; Rafael
Garza Gutiérrez “Récord” y Pedro Legarreta eran los defensas; la media la
formaban Abel Flores Reyes, Germán Núñez Cortina, Luis Fabre, Carlos Garcés, el
“Fofo” García Besné. En el curso de los siguientes
dos campeonatos, se agregaron otros estudiantes y ex-estudiantes como Juan
Andrade, Carlos Burckle, Enrique Esquivel (a quien apodaban “La Matona”, me
imagino el por qué); Rafael Rosales, Adeodato López, Pablo Cummings, Abel
Flores Reyes…y también con el tiempo, fue su entrenador “Récord”, quien hizo
carrera deportiva con el América. Su
inclinación por el fútbol lo llevaría dirigir a la Selección Nacional, lo cual
ocurrió hasta el Mundial de 1934, cuando México había clasificado eliminando a
Cuba.
Pero “Il Duce” Mussolini (dictador de Italia
por encima del Rey Victor Manuel) quiso quedar bien por rezones políticas con
Estados Unidos, ordenó a una “mansa” FIFA, que México debía eliminarse contra
Estados Unidos (que no había tenido rival en las eliminatorias). No solo eso, sino que decidió que fuera en un
solo partido entre ambos, en Roma, ¡tres días antes que se iniciara el
Mundial!, - donde Italia abría el torneo,
precisamente jugando contra el ganador de ese partido decisivo del grupo Norte
América…
Increíblemente la “Liga Mayor Mexicana” aceptó. Pagaron su error ya que jugaron el juego político
de “Il Duce”, pues quería (por conveniencia política) quedar bien con los dos
países. Asombra la mansedumbre de las autoridades
del fútbol mexicano de entonces, que aceptaron
tal aberración.
El lector ya sabe que Mexico diezmado por expulsión
injusta del defensa Azpiri al principio del segundo tiempo, perdió el juego
4-2. Y seguramente “Il Duce” quedó satisfecho ya que a los tres días en la
misma Roma, ¡abrió el torneo goleando al cansado equipo de Estados Unidos por
7-1!
Pero volvamos al excelente jugador y mejor ser
humano que fue Don Rafael, quien. solo
por amor al deporte, siguió de entrenador.
Regresó a la Selección Mexicana en septiembre de 1937, dirigiendo en tres
partidos “amistosos” contra Estados Unidos, “serie internacional”. costumbre
amistosa que con el paso del tiempo se fue perdiendo. Jugaron tres partidos, en tres domingos consecutivos,
como sigue:
En el “Parque Asturias” de la Calzada del
Chabacano de la Colonia Vista Alegre, ante 18,000 espectadores un 12 de
septiembre de 1937 ganaron 7-2; una
semana más tarde, el segundo jugado en el cómodo “Parque Necaxa” de la Colonia
Narvarte, ante 15,000 espectadores, donde gozaron una nueva goliza de los visitantes, 7-3; y el tercero en el “Parque España” (esquina
de las Calzadas “La Verónica” y “La Teja”), donde suponemos que por estar mejor
aclimatados, los estadounidenses solo perdieron por 5-1.
Romántica época en que tanto “Récord”, DT del
equipo nacional como los jugadores capitalinos tomaban muy en serio el fútbol,
por el fútbol mismo….
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