FUTBOL MEXICANO:
“PODEROSO CABALLERO ES DON DINERO”
Por Carlos F.Ramírez
Parece que fue ayer,
pero se han cumplido dos décadas desde que alguien que estaba interesado más en
el dinero que en el fútbol (de cuyo nombre no quiero acordarme) convenció a la
Federación Mexicana de Futbol (o más bien a quienes solo veían el fútbol como explotación
de un negocio), a convertir la Liga en el absurdo torneo que es hoy, olvidando que en todo el mundo (a excepción de
Argentina), se sigue jugando a dos vueltas, cumpliendo con el deportivo concepto de jugar a visitas recíprocas todos contra
todos, 50% como local y 50% como visitante; y el que ganara más puntos después
de todos esos partidos era el campeón, y punto.
Estoy seguro que los buenos aficionados al fútbol
rechazan el concepto de Campeón de “liguillas”, ya que con eso muchos se
alejaron de ir al estadio donde ya no hay nada deportivo que gozar; al equipo
que acabó en primer lugar con más puntos que nadie, eso no le sirve para ser
campeón: tiene que ir a la antideportiva “liguilla” por el título. Ese absurdo sistema ha servido para prolongar
el contrato de uno que otro entrenador “vividor”, especialmente los que
importan de otros países, en vez de “arriesgarse” contratando mexicanos.
Por eso, algunos de los llamados “clubes” (que
en vez de socios tienen “porras” financiadas para gritar los días de juego)
distan mucho de ser organizaciones deportivas.
Son meramente negocios (además, la mayoría mal administrados); el
resignado público mexicano no tiene más remedio que ver algunos juegos por la
televisión, que para colmo no siempre son los más importantes. sino los que eligen anunciantes, que solo los
usan para enviar mensajes comerciales, más que para presenciar un evento
deportivo.
¡Ojo! Yo
no tengo nada en contra del comercio; pero si mucho sobre la forma exagerada
como se aplica en el fútbol mexicano. Ya
de por sí el buen aficionado considera los “medio campeonatos” difíciles de aceptar;
uno siente que el fútbol mexicano, era antes una justa competencia deportiva,
todos contra todos dos veces, una de visita otra como local; así era la liga en
México, y así se sigue jugando en la mayoría de las ligas del mundo. (por alguna razón será); honestamente es
difícil aceptar llamar campeonato de liga a los medio torneos de nuestro
fútbol.
No critico el legal derecho de comprar anuncios
en un deporte profesional; pero sí considero absurdo el enfrentamiento creado
en medios de difusión donde un narrador funciona obligado a exagerar y no
criticar el juego del equipo cuyo propietario es quien paga la transmisión. Hay quien dice que el estómago está antes que el
corazón; pero, aunque algunos narradores intentan esconder ese propósito, es
claro que evitan criticar al equipo cuyo dueño directa o indirectamente, les
paga por sus servicios “profesionales” (?)
Anualmente, como miembros de quienes votamos en
Pachuca para el Salón de la Fama, vienen a México un par de amigos míos, uno
inglés el otro alemán y entienden bien el español, y los he invitado más
de una vez a presenciar un partido de liga mexicano, se doblan de risa cuando
alguno de los narradores o exagera el gol del equipo cuyos dueños pagan por la
narración; o critican al rival por cualquier jugada insignificante.
Conste que entiendo el dilema de esos
narradores, que claramente titubean antes de criticar (o justificar) errores de
jugadores del equipo que pertenece a la firma comercial que patrocina la
transmisión (o peor todavía, que es propietaria del equipo que juega en su estadio). Saben que, si no hablan bien del equipo o critican
sus errores, de alguna forma tendrán problemas con quien paga por la
transmisión.
Es cierto que algo similar ocurría en tiempos
anteriores, pero con el crecimiento del valor comercial del fútbol, ahora es más
notorio y a la vez, más absurdo.
Me pregunto si alguien está
pensando en convencer a los dueños de equipos del valor de la verdad en el
fútbol. Pero me temo que en tanto que la
liga mexicana se juegue para ganar el derecho de ir a una liguilla y no para
ganar un título, - o sea mientras sean “liguillas” y no un torneo a visitas
recíprocas como lo es en todo el mundo, seguirá activa la absurda comercialización. Y es una lástima…