LA LIGA DE MÉXICO, SE ESTANCARÁ POR SU ABSURDO FORMATO
Por Carlos F.Ramírez
Le pido al lector disculpas por haberme desviado
brevemente del problema del fútbol mexicano en lo que concierne a su posición
en el mundo. Consideré importante
recordar cómo nació el fútbol en México y que el juego sigue jugándose con las
mismas reglas británicas, y los cambios sobre los años han sido realmente más
de adaptación al progreso educacional y económico de los países, más que a
cambio de lo básico. Tal vez esta es la
razón por la que el fútbol es tan popular en el mundo.
Pero hay algo que considero importante señalar:
el enorme beneficio que está dejando, no tanto al comercio del País sino a la
televisión de habla española de los Estados Unidos. Momentáneamente dejé a un lado mi desacuerdo
que, desde su incepción, tengo por los absurdos medio campeonatos. No solo son antideportivos, sino que solo favorecen
a los propietarios de equipos; han cerrado la puerta a lo que pudo haber sido
una de las ligas profesionales más importantes del mundo.
Nadie duda que el futbolista mexicano ha
progresado, no así la administración del fútbol mexicano. Es injusto para los aficionados de un país
que han mostrado ser leales aguantadores a los errores como se ha manejado el
fútbol. Esto ocurre en una nación que
rompió “récords” de asistencia e ingresos cuando organizó dos veces la Copa del
Mundo. En mis contactos, siempre he
encontrado que nadie en el mundo puede entender por qué el fútbol de un país
como el nuestro, sigue insistiendo en jugar medios campeonatos y no ha logrado
ser reconocido.
El jugador mexicano vive cada 6 meses, la entrada
y salida de jugadores, entrenadores y hasta directivos importados de otros
países, la mayoría mediocres que solo duran seis meses en el puesto. Hasta ahora, no he conocido un directivo
responsable del manejo de nuestro fútbol, que explique por qué más del 75% de
esos importados no duran en nuestro fútbol.
Tampoco me han podido explicar si los medios
torneos son tan exitosos como nos lo han hecho creer, puesto que no han servido
para conservar al buen futbolista mexicano; la mayoría de los mejores han emigrado;
varios no han durado en otros países porque su preparación y experiencia no los hizo figuras importantes como para que
algunos clubes europeos quieren conservarlos.
Cierto que algunas veces esto tiene que ver con
la “nostalgia” que algunos jugadores sienten por su país; pero básicamente,
algunos clubes europeos, no tienen mucho interés en conservarlos; en vez de pagarles
bien, prefieren venderlos a otras ligas, por el dinero que recibe el club. Un directivo de un importante club europeo me
decía, “tengo décadas como directivo, he contratado jugadores de muchos países,
pero no hay negociaciones más fáciles que tratar que con directivos mexicanos…”
Uno lo entiende pues al cabo la responsabilidad
financiera de algunos dueños de equipo es solamente por seis meses.
A eso agreguemos que cada vez más el público
mexicano ha dejado de ir al estadio en la proporción que iba antes
(considerando el incremento de población). Hoy los “aficionados” se conforman con
ir a su restaurante favorito donde sirven comidas domingueras para cientos (¿o
miles?) de fanáticos que comen y presencian el partido en el televisor del restaurante.
El lector tiene que aceptar que un porcentaje
elevado de los actuales dueños de equipo en la Liga Mexicana, saben que es buen
negocio vender su mercancía a la televisión (o que tienen el equipo porque además
tienen su propio canal de TV); o porque están ligados con medios de
comunicación en español de Estados Unidos, considerando que comparado con lo
que reciben de los patrocinadores de EE.UU., son “migajas” lo que pagan a los
negocios mexicanos.
El tema seguirá siendo tratado en este espacio
cuando lo creamos conveniente.
Entre tanto, piense el lector en la realidad
del fútbol en México y eso que no he tocado la absurda regla del 10/8 que está
impidiendo el crecimiento del futbol mexicano a corto plazo ya que no habrá
clubes interesados en invertir en la cantera.
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