EN AMSTERDAM
QUIEREN UN MUSEO DEDICADO A JOHAN CRUYFF
Por Luis Ramírez Ruiz
Hace un par de meses, la casa señalada con el número 32 de
la calle Akkerstraat en el popular barrio de Betondorp de Amsterdam en Holanda,
fue puesta a la venta.
Si no fuera porque en esa casa nació y creció el máximo
exponente del futbol holandés, la venta hubiera pasado desapercibida. Pero fue
en ese lugar y en ese barrio donde Johan Cruyff comenzó sus incursiones en el
mundo del fútbol, cuando jugaba en sus
calles junto con su hermano Henny. Esto era allá por los años cincuenta.
Esa casa tenía doble propósito, pues además de albergar a la
familia Cruyff, también servía como sede de la tienda de verduras de su padre
cuyos ingresos representaban el principal sustento de la familia.
En ese mismo barrio de Betondorp se ubicaba el estadio en
donde jugaba el Ajax, primer equipo profesional en la carrera de Johan y en
donde su madre trabajaba como empleada de limpieza. Gracias a ella y a su
insistencia con los encargados de las fuerzas infantiles del equipo, su hijo
fue probado y así inició su paso por el futbol cuando tenía 9 años. A la edad
de 12, su padre murió de un infarto al corazón y gracias a sus habilidades
futbolísticas, abandonó los estudios para dedicarse al cien por ciento al
futbol, siempre cobijado por el técnico Rinus Michel, creador del “Futbol Total”
y después convertirse en el gran jugador que fue.
En donde estaba el estadio, ahora es un conjunto habitacional. |
Ese estadio, el “De Meer” fue en donde hizo su debut Jopie,
como lo llamaba cariñosamente su madre, y que posteriormente fue demolido para
dar paso a un conjunto habitacional.
Pero regresemos a la casa en donde nació Johan. Los
habitantes del barrio de Betondrop enviaron
una carta a la municipalidad y al Club Ajax, solicitando que esa casa se
convierte en el museo Johan Cruyff, pues dicen que ese barrio ha sido
abandonado por el club de futbol, siendo que es habitado, en su mayor parte, por
familias de la clase trabajadora de Amsterdam y que han sufrido mucho la
distancia con el club de sus amores desde que el Ajax juega en el Amsterdam
Arena, un estadio a todo lujo y muchas veces inalcanzable para los miembros de
la clase obrera holandesa.
Las discusiones y negociaciones han iniciado para comprar la
casa y fundar el museo y ya se ha creado un comité que empieza a recabar fondos
para la compra del inmueble y que, inclusive,
ya colecta piezas y “memorabilia” del cerebro de la llamada Naranja Mecánica de
los setentas, para ser exhibidas en el
proyectado museo. Valdría la pena que
ese comité se diera una vuelta a Guadalajara y recolectara un pedazo del pasto
artificial que estaba en el estadio de las Chivas y que el propio Cruyff mandó
reemplazar por césped natural, pasto que servirá en el museo como amargo recuerdo
del paso del holandés por el futbol mexicano.
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