Día de Reyes… De Chava
Reyes
Por Carlos Calderón
Cardoso
Historiador,
escritor, columnista y analista del Fútbol Mexicano.
Hace un año, a
punto de cerrar el 2012, nos levantamos con la terrible noticia de que el gran
ídolo del fútbol mexicano Salvador Reyes Monteón, había fallecido.
“Chava” Reyes
marcó una época en el balompié nacional. Hijo de otro gran futbolista, fue
parte muy importante de aquellas Chivas del Campeonísimo. Con sus goles, su
carisma, su don de gente, ayudó a la conquista de 7 ligas, 6 Campeón de Campeones y 1 Copa México. Fue
campeón de goleo (1960-1961) y es el máximo anotador en la historia del equipo
con 122 tantos.
En la
Selección Mexicana también brilló por luz propia, un gol suyo clasificó a
México al Mundial de 1962. Participó en 3 Copas del Mundo (1958, 1962 y 1966)
jugando todos los encuentros.
Era tan
famoso, que en la revista Las Chivas
rayadas ra, ra, ra, el personaje principal “Chivito” estaba basado en él,
ya que era y por mucho, el futbolista de mayor carisma en aquel entonces.
A don “Chava”
lo conocí hace 15 años, cuando coordinaba la serie de libros para Editorial
Clío Crónica del Fútbol Mexicano. Fui a Guadalajara para ver el gran archivo fotográfico del mítico portero
de las chivas Jaime “Tubo” Gómez y en el Club quedé de verme con su hermano,
Pascual Gómez, quien me atendió amablemente y me dejó fotografiar el material
histórico e invaluable que tenían en el pequeño museo del club. Mientras
esperaba a don Jaime, llegó Salvador Reyes acompañado de otra de las glorias
del equipo, “El Tigre” Sepúlveda.
Aprovechando
el momento, me puse a platicar con ambos y “Chava” me dijo que estaban
esperando a Jaime para jugar una partida de dominó. Mientras tomaban un
refresco, les conté el proyecto que intentaba hacer junto con otros
historiadores, de escribir en 5 libros de fácil lectura la historia del fútbol
mexicano, acompañada de muchas fotografías. Les gustó la idea y “Chava” se puso
a contarme algunas anécdotas, como la de porqué les pusieron el Rebaño Sagrado
y ya con Jaime “El Tubo” Gómez presente, me hablaron sobre el mote de las
“Chivas” y el de “Las Margaritas” que le habían puesto al equipo Atlas, sobre
aquella vez que Jaime tomó una revista y se sentó en la portería a leer en
pleno partido y la ocasión que se les quedó el auto nuevo de “Chava” en el
fango y tuvieron que empujarlo… ¡En fin! ¡Decenas de maravillosas anécdotas y
testimonios históricos que siempre les agradeceré!. Terminé jugando dominó con
ellos, rodeado de imágenes mentales, datos y curiosidades que a lo largo de
estos años han sido invaluables, como las de otros grandes del fútbol mexicanos
con los que he tenido la oportunidad de convivir.
La última vez
que vi a don Salvador Reyes, fue en el 2011, cuando recibió el reconocimiento
del Salón de la Fama a su trayectoria. Aquella tarde, pensando que no se
acordaría de mí, me presenté nuevamente, dispuesto a recordarle la tarde de
años atrás. ¡No hubo necesidad! Me dio un abrazo y me saludó como si fuéramos
amigos de años. A mi hijo le autografió una playera de la selección mexicana de
1962 de nuestra colección y con orgullo comprobé que los verdaderos ídolos son
los que elige el pueblo, no solamente por su forma de juego, sino por su
sencillez y carisma. Hombres que reconocen a su afición y la hacen parte suya,
por lo que esta se les entrega irrestrictamente.
Va un recuerdo
para Salvador “Chava” Reyes, uno de los pocos verdaderos ídolos del fútbol
mexicano.
Síganme en twitter @CarlosCalderonC
Salvador "Chava" Reyes |
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