Reflexiones del Mundial de Brasil
2014
TODO ES SEGUN EL COLOR….
Por Carlos F. Ramirez
En días pasados asistí a una reunión de lo que
podría llamarse, “viejos lobos del fútbol”, forma elegante de llamar quienes
hemos visto fútbol desde hace muchas décadas.
En estas reuniones, como en otras
similares, “lo cortés no quita lo valiente” así que acostumbramos discutir objetivamente
ciertas afirmaciones que con peligrosa frecuencia hacen muchos jóvenes expertos
en el fútbol. Una de estas afirmaciones fue
que “el Mundial de Brasil ha sido el mejor de la historia”.
Cada quien tiene derecho a su opinión y líbreme
Dios de decir que soy arte de un “oráculo del futbol”. Aunque llevo 15 mundiales, sigo aprendiendo
cada vez más. Y aprender no es
privilegio de veteranos, sino de observadores que además de ver, piensan. Por lo tanto, respeto a quienes escriben lo
que un colega norteamericano llamó “estupideces”; y yo más bien le llamo
afirmación emocional o juvenil… ¿o es o
no verdad que con frecuencia hablamos sin pensar y la emoción dicta reacciones exageradas?
Claro, de no ser así nunca aplaudiríamos o
criticaríamos, y diríamos como muchos lo hacen, llenos de emoción “este es el
gol más bonito de la historia”; en vez de decir “es el gol más bonito que YO
recuerdo”.
Todo este prólogo, porque he oído decir, a
amigos y extraños que “el mundial de Brasil ha sido el mejor de la
historia”. Vamos a reflexionar un
poco. En primer lugar aunque haya
asistido a los mundiales desde 1954 en Suiza, me es imposible juzgar el Mundial
de 2014 comparándolo con los de 1930 a 1950, que solo los imagino por los
comentarios escritos. Pero es absurdo comparar los mundiales de hoy con los del
siglo pasado. La técnica es distinta, la preparación de los
jugadores diferente, la medicina del deporte ha avanzado a pasos gigantescos,
los jugadores están mejor preparados (y mejor pagados), la afición por el
fútbol ha crecido en varios cientos por ciento en muchas partes. Ah, y los modernos directivos han creado una
nueva forma de definir “el amor a la camiseta”…es decir hoy son bien
di$tinta$ las rezones que antaño…
Si me pide mi opinión, les diré que más me
divertí en el Mundial de 1954 en Suiza (el primero que presencié) que en Brasil
2014. ¡Un momento! Antes de llamarme “viejito
de la pelea pasada”, mis evidencias incluyen un Mundial que entre otras cosas,
me permitió presenciar la pelea más dura y dramática que recuerdo por la
posesión del balón de fútbol: cuartos de final entre Suiza y Austria en Lausana;
no había cambio de jugadores y el arquero austríaco Schmied se desmayó de tanto que tuvo que saltar para
detener los remates de los suizos.
Juego histórico donde el “catenaccio” suizo (1)
les permitió irse arriba 3-0 en los veinte minutos iniciales, a lo que respondieron
los austriacos anotando cinco goles…en siete minutos para irse arriba 5-3; y
todavía ese bombardeo de metas continuó hasta que el juego terminó 7-5 a favor
de Austria; el arquero austriaco no podía tenerse en pie al fin del partido…Usted
lector, ¿no llamaría a eso “entrega a los colores”?
Hoy en día no faltaría quien cínicamente diría,
que “ese fue un juego de béisbol”.
Simplemente afirmo que eso fue la definición de
por qué el fútbol debe ser un juego sencillo, en que gana el que mete más
goles, por lo que si un equipo anotó 10, el otro necesita anotar 11 para ganar.
Fíjese
lector que yo digo “afición por el fútbol”, no “técnica”. La prueba está que quienes saben de estas
cosas, siguen insistiendo que el más espectacular mundial de la historia fue el
de Suiza 1954, donde se anotaron…!140 goles en 26 partidos (5.4 goles por
partido!).
El Mundial de Brasil fue alegre y en las
tribunas, pocos conocedores del juego:
miles de muchachos y muchachas que fueron algo así como el 25% de los que asistieron a los estadios, y la mayoría de ellos o iban a su primer mundial o rara vez asisten
a juegos de fútbol en sus respectivos
países. ¿Y qué decir de las “hinchadas”
de ciertos países, cuya afición por el fútbol terminó (en la mayoría), en el
momento en que eliminaron a “su” equipo? Escuché el griterío de miles de
“hinchas” argentinos (que fueron a ver ganar su equipo y no a gozar del fútbol)
para quienes el mundial fue aburrido, y criticaron el desempeño de los rivales,
que habían sido “ayudados” por el arbitraje, etc. Y el colmo: un crítico
conocido de Argentina, me dijo después de la final, “esos alemanes juegan
fútbol antiguo, fue una vergüenza perder ante ellos”.
En otro comentario hablaré de mi impresión
sobre la selección mexicana a la que vi jugar sus cuatro partidos. Hasta entonces, y pese a todo ¡arriba el
fútbol!
(1) Catenaccio: “cerrojo suizo” un sistema ultradefensivo de los suizos.(1938-1962), después adoptado por los italianos.
Muy buen punto, cada quien puede expresar su opnión y más en el fútbol que a veces no se respeta a quien piensa diferente.
ResponderBorrarEn mi opinión, el mundial de Brasil fue muy especial independientemente de cual fue el que mas disfruté como en tu caso con el de Suiza.