LOS PUMAS DE LA
UNAM: EJEMPLO ORIGINAL DEL JUEGO DE FUTBOL
(Primera de Dos Partes)
Por Carlos F.Ramírez
En la segunda división compitió por algún
tiempo un equipo de la Universidad Autónoma de México. En realidad esta Segunda División se jugó por
corto tiempo entre 1935 y 1938. Luego se
crearon diversas ligas que fueron absorbiendo el concepto, aun cuando se intentó
en esos años que el ganador subiera a la Primera División o Liga Mayor como se
le llamaba.
Esa situación fue provocada en los primeros años
de la liga, La UNAM (Universidad Autónoma de México) tuvo equipo en esas ligas
inferiores durante varios años. Sin
embargo mucho tiempo se especuló y hasta se solicitó que hubiera un equipo en
la Liga de Primera División representando a la UNAM sin duda el centro de
estudios superiores más importante del País.
Cuando el equipo Barcelona vino a
México en el verano de 1937, había tal interés en el fútbol en la Capital, que
el mismo Rector de la UNAM, Lic. Luis Chico Guerne se presentó en la junta
reglamentaria de la Primera División, acompañado del Jefe del Departamento de
Acción Cívica, a solicitar el ingreso de un equipo de la UNAM en la Liga Mayor
(así se llamaba entonces a lo que hoy es Primera División).
El acta que leí y copié dice
“…después de haber escuchado razonamientos en pro de esa solicitud se decide
nombrar un comité de la Liga Mayor que estudiará el caso y rendirá un dictamen
en un plazo de dos semanas a partir de esta fecha 21 de junio de 1937”.
Como casi siempre se han manejado
estos asuntos al nivel de nuestra “Liga” (hoy vestida con el apantallador
nombre de “Federación”), los intereses creados conspiraron en contra de lo que sería
una competencia seria y juvenil; se aplicó el eterno sistema burocrático de “cansar
al que espera respuesta”, nunca decidieron nada públicamente. Es más, cuando la Selección Vasca, el
excelente grupo de vascos que decidió quedarse en México en 1938, quienes eran
antifranquistas en México estaban listos para convertir a la Selección Vasca en
“UNAM”. Pero una vez más decisiones
absurdas lo impidieron; eso sí admitieron a los jugadores vascos con el nombre
de “Euzkadi”, equipo que financió la colonia vasca (incluyendo muchos
catalanes) y hubiera sido el primer UNAM; pero lamentablemente el fútbol
argentino aprovechó la coyuntura, y Vélez Sársfield, River Plate y San Lorenzo,
se llevaron a varios de los jugadores base del “Euzkadi” – Lángara, Cilaurren,
Aedo, Blasco, etc.-. Allí terminó el
proyecto UNAM y comenzó a popularizarse el fútbol Americano en el centro de
estudios. ¡Ah, la política y los
intereses creados!
Pero a la larga las cosas se
enderezan. Así que al crearse la Segunda
División, el
2 de septiembre de 1947, la “Liga
Mayor” – como se conocía entonces a la Liga –aprobó el trabajo de Ernesto
Casillas, Arnulfo Gaytán y el Lic. José Jaime Morales, los responsables de
haber supervisado la documentación que hizo nacer a la división de ascenso. Llovieron las solicitudes de nuevas plazas
ansiosas de entrar al futbol de competencia; finalmente las poblaciones que
fundaron la primera Liga de Segunda División de Ascenso, fueron, Irapuato,
Morelia, Pachuca, Querétaro, Toluca, Zamora y Zacatepec.
El primer campeonato se jugó
entre 18 de febrero y 27 de mayo de 1951, siendo el primer campeón el equipo de
los cañeros de Zacatepec. Por su parte,
de acuerdo con los estatutos, el colero de la Primera División, San Sebastián
de León, descendió a la Segunda División.
A fines de 1954 con jugadores auténticamente
amateurs, autorizaron ingresar a la Segunda División de Ascenso, el equipo de
la Universidad Nacional Autónoma de México. (UNAM). Allí se hicieron jugadores que habían
destacado en el fútbol amateur, como Manuel Echávarri, Carlos Fernández,
Roberto Juárez, Alfredo Lama y Raúl Sámano.
Lamentablemente solo estuvieron un año; hubo que esperar dos años más
para que en 1957 UNAM regresara a la Segunda División, ahora sí con una
planeación a futuro encabezada por el C.P. Javier Ortiz Tirado, quien era Tesorero
del Patronato de la UNAM y logró el apoyo del plantel, con la exigencia que los
jugadores deberían ser estudiantes del plantel universitario.
Los nombres de ese equipo serán
reconocidos por el aficionado: Jorge Diez, Ledesma, Héctor Ortiz, Alfredo
Echávarri, Homero Villar, etc.
Precisamente Héctor Ortiz muy conocido en el fútbol profesional como
árbitro, fue responsable de la dirección técnica de ese primer equipo.. Fue la misma época en que se había construido
el Estadio Universitario, donde jugaba la América capitalina. Poco se ha rendido homenaje al trabajo de
Héctor Ortiz, en gran parte responsable del crecimiento y la seriedad de los
Pumas UNAM.
Al retiro de Ortiz, se nombró a
Octavio Vial, ex-jugador del América y ex-DT de la selección nacional en el
Mundial de Brasil 1950. Ya
anteriormente, los Pumas UNAM se habían reforzado con jugadores de otras
instituciones y clubes, como Jones, Cuenca, Humberto Mejía entre otros; pero fue
Vial el responsable de llevar al
equipo a la Primera División. Para
entonces había ya 20 equipos en la Segunda División (hoy justamente llamada “división
de ascenso”) pero en el torneo 1960-61 el Nacional de Guadalajara ganó el
ascenso; y fue hasta el de 1961-62, cuando el trabajo de Vial dio resultados, y
con un brillante desempeño
(18 JG, 9 JE y 3 JP), los “Pumas”
de UNAM ascendieron a Primera División, donde han estado desde entonces.
El cuadro titular lo formaron:
José Luis Ledesma, Homero Villar, Alejandro Mollinedo; Antonio Sámano, Rubén Muñoz; Carlos Gutiérrez, Raúl Chanes, Tito Zenteno;
José Antonio Rodríguez “Espátula”, José Luis González,, Raúl Vázquez “Rulo”, Guillermo Vázquez, Jorge
Gaytán; “Poli” Pérez, Alfredo Echávarri,
Lorenzo García, Carlos Calderón de la Barca, Manuel Fernández, Raúl Vázquez,
Fernando Cuenca “Gato”, Alfonso Marín, Carlos Garza, Marcos A. Roldán, Jorge
Palacios, Jorge Diez, Humberto Mancilla
y Aarón Padilla “Ganso”
Primer Equipo de la UNAM |
LAS
ERA CESARINI Y SU
INFLUENCIA
POSITIVA
Los directivos de los “Pumas”
comprendieron bien el deseo de Octavio Vial de dejar la dirección del
equipo. Primeramente pusieron al frente
del equipo al veterano jugador brasileño, Carlito Peters que jugaba como
defensa; los directivos pensaron correctamente que había que entrar a la etapa
de estructurar al equipo con miras a un futuro de triunfos, para lo cual era preciso
modernizar su sistema de juego.
Eligieron acertadamente al veterano pero sabio DT argentino, Renato
Cesarini.
Cesarini había hecho una carrera
brillante como jugador en Italia, y al retirarse regresó a Argentina, y fue el
creador de un peculiar estilo de juego con el “River Plate”, estilo que dominó
la liga argentina en la etapa de los cuarenta.
Yo tuve la oportunidad de comer con él (almuerzos) casi cada mes durante
más de un año; en restaurantes cercanos al Hotel L’Escargot de la Capital, donde
se alojó.
Recuerdo que repetía que el DT es
un maestro y enseña, pero no puede enseñarle mucho a un discípulo que no tenga
“arte” para jugar el fútbol. Varias
veces me dijo que el reto del equipo Universidad de México le encantaba, porque
casi todos los jugadores eran alumnos universitarios, educados, capacitados
para escuchar y cumplir con ideas de como jugar mejor. “Gentes pensantes” les llamaba. Y recuerdo
que entre los que incluyó al frente de esa “categoría”. Incluyó a los mexicanos
Mejía Barón, José Luis González, al “Espátula” Rodríguez, Memo Vázquez, Luis
Regueiro y Aarón Padilla. Y un año
después, agregó a Enrique Borja, Ricardo Zárate y Alejandro Mollinedo.
Renato Cesarini |
Una vez me dijo, “este trabajo es
como la viticultura; uno pone sus conocimientos, su ciencia, su experiencia;
pero de nada sirve si no hay lluvia ni buen clima, ni adecuada selección de
uvas…el buen vino viene de las uvas más pequeñas”
Según él todo era tener paciencia
para que el joven se desarrolle. “Aquí
les dije que yo no vine a hacer campeones, sino a sembrar y enseñar como
cultivar, para que en el desarrollo normal, los jugadores sean los que ganen
los partidos. Y esto no garantiza que
van a ganar siempre…”
Filosofaba en voz alta y decía “Yo
no vine a ganar campeonatos, sino a elegir jóvenes (no niños) que quieran aprender
o tengan, fuerza, estilo de juego y espíritu de lucha (no de pelea). Para mí la fuerza y la lucha son
fundamentales, porque esas no se enseñan, sino que las tiene o no el joven. Si no las tiene de nada sirve enseñarles
estilos para jugar. Por eso no hay
Milagros, los grandes equipos son producto de la paciencia, dándole tiempo a
los jóvenes a madurar y no precipitarlos.
Aquí les dije que me encantó la
idea de trabajar con el equipo de una Universidad, porque puede tenerse
paciencia para que los futuros jugadores se vayan desarrollando sin descuidar
sus estudios.
Creía en la mística: fuerza
espiritual (como la que tuvo el Guadalajara al ganar todos esos títulos). Esto se quedó sin duda en la formación de los
jugadores del Cruz Azul durante los setenta;
los Pumas la mostraron sobre la
cancha también gradualmente después que Cesarini dejó la semilla. La recogió entre otros, Angel Papadópulos y
sirvió para atraer al estadio de la CU a muchos que creo entendían bien el
valor de luchar por el triunfo, de entrega a los colores del equipo, y
entendían que el título de liga puede ser un logro aislado, que nunca debe
alejar a los jugadores de esa mística de luchar por el triunfo y por la
limpieza de sus colores.
Pienso que a partir de los setentas, el fútbol
mexicano comenzó gradualmente a dejar que el materialismo se impusiera a la
mística. Tal vez consecuencia del
Mundial de 1970, donde el ambiente del fútbol comercializado de los mundiales,
han creado el concepto de que el fútbol es una fuente de ingreso económico más
que un deporte de la juventud. En los
Pumas quedaron varios discípulos más o menos practicantes de la vieja mística “Puma”
de Cesarini: Mejía Barón, “Pareja” López, Sanabria, Bermúdez, Vázquez Ayala,
Manzo, Cuéllar…pero comenzó a sentirse que ganaban adeptos esos elementos que hacen del futbol más que juego, una lucha; donde siendo actividad social también entra el
azar; y esto lo ha ido acercando cada
vez más a una lucha de poder físico más que espiritual..
De cómo esto ha ido infiltrándose en el fútbol
de los Pumas, y que soluciones deben tomarse, hablaré en la segunda y última
parte de estas notas.
¿Se sabe el nombre del primer equipo de la UNAM EN PARTICIPAR EN SEGUNDA DIV. 1935 a 1938?
ResponderBorrar