¿ESTAREMOS
REALMENTE EN LA ANTESALA DE LA
AURORA DE UN FÚTBOL NUEVO, LIMPIO Y DEMOCRÁTICO?
Por Carlos F.Ramírez
Visto todo a la distancia, el criterio y el
juicio se tergiversan o mezclan. Algo
así me acontece al escribir sobre la situación actual del fútbol mundial, en mucho
por la forma deshonesta como FIFA lo ha manejado durante más de medio siglo…
Así es.
Desde 1960 fui testigo del “Sistema Havelange de Golpes Maestros” cuando
asesinó el IV Campeonato Panamericano a celebrarse en Brasil, evento que, anteriormente,
honestos y soñadores directivos sudamericanos y mexicanos habían planeado desde
1930 y lo habían hecho realidad en 1952 en Santiago de Chile. La ironía es, que pese a haber ganado dos de
los tres que se celebraron, haya sido Brasil de donde vino el fin de un torneo excelente. Y es
que para entonces (1960) habían comenzado las manipulaciones del Sr. Havelange
para eventualmente comandar el fútbol, primero sud Americano, luego el
Mundial. Fue una típica maniobra, ya
que con el compromiso del IV torneo a celebrarse en Brasil, lo canceló. Para
mí, fue el comienzo de una insaciable ansia de poder, que eventualmente lo
llevó a dictador del fútbol mundial.
Claro que hay muchas maneras de encumbrarse. Tristemente, los objetivos casi siempre son
egoístas y materialistas, y no toman en cuenta principios o el bienestar público. El dictador inteligente, sabe cómo maniobrar
a los “débiles” y hacer sonar la campanita para derrotar o calmar a los “bien
intencionados”. Como dijo un sabio “de
buenas intenciones está pavimentado el camino al infierno”.
Uno de esos “bien intencionados” fue Sir
Stanley Rous, el inglés, al ser consciente de los retos había planeado el
crecimiento de FIFA en la postguerra y al haber logrado sacar adelante con
éxito y a pasos firmes mundiales cada vez mejores entre 1954 y 1970. Yo le escuché su plan para retirarse del
fútbol después del Mundial de 1978, cuando calculaba que para entonces habría
terminado de fijar bases, reglas y controles para un crecimiento sano del
fútbol mundial. Pero me imagino que
nunca imaginó lo que en las elecciones de 1974 se le atravesaría en su
camino.
Recuerdo
esas elecciones como si fuera ayer. El
rumor en Alemania se confirmó: entre otros votos, Don Joao había “adquirido” (¿?)
los de África, llevando antes del Mundial a la selección de Brasil a jugar gratis,
unos cuantos partidos y hablando que un inglés sería siempre enemigo de los
africanos. Un mal pensado como yo diría
que quería ganar votos. El hecho es que le
que funcionó bien para ganar votos en Alemania, pero no sirvió de mucho
después.
Usted
juzgue:
Para el Mundial de 1970 en México, se
inscribieron 16 naciones africanas, en el “último Mundial de Stanley Rous (Alemania,
1974)) se inscribieron 24.
En el Mundial de Argentina (con Monsieur Havelange
de Presidente de FIFA), se inscribieron 26 naciones y sin jugar se retiraron 7,
alegando “incumplimiento de promesas”; solo calificó UN país Africano. Como
dice un refrán: Prometer no empobrece, el
dar es lo que aniquila…”
Firme al frente Havelange, el organizador, África
tuvo…un solo lugar de los 16 lugares en el Mundial 1978 de Argentina. Y en España, con 24 disponibles (un
incremento del 50% como ya estaba planeado desde los tiempos de Rous) solo hubo
un solo lugar para los 26 inscritos de África….
Es decir prometer y no cumplir es típico de algunos
malos políticos. En este caso, bien poco
fue el premio para compensar votos africanos que llevaron a Don Joao a ser el “Capo”
de FIFA.
He asistido a 15 mundiales, y dejé de registrarme
como periodista desde 2002 cuando me desilusionó la forma como convirtieron el
Mundial en instrumento de enriquecimiento para un puñado de gente. Me pareció poco ético, el sainete de la
votación en Francia 1998, cuando Don Joao tuvo que retirarse por ciertos
problemas que tenía en una investigación
de algo “raro” con ciertas inversiones de FIFA que no están claras para las
autoridades; pero para él fue fácil conservar su
Autoridad: total, apoyar a como candidato a
alguien a quien había estado desarrollando como leal subordinado.
Me asombró la forma tan espectacular como Don
Joseph Blatter llegó a la Presidencia de FIFA, Y más todavía los fracasos económicos que eslabonó en los dos mundiales que le
tocó organizar: 2002 y 2006.
Me supongo, que debe haber un período de
reeducación por parte del
Sr. Havelange, sin duda “viejo zorro” en las
manipulaciones de negocios. Haya sido lo
que haya sido, es evidente que los últimos dos mundiales han sido minas de oro,
que han permitido calmar a quienes estaban nerviosos por el trastabilleo
económico en los mundiales de SudCorea-Japón y Alemania.
A mí y a cientos de miles de fanáticos lo que
nos importa es regresar el fútbol al nivel adecuado a lo que se merece:
claridad, honestidad, objetivos claros, - quien como yo ha estado en las
oficinas de FIFA se asombra del derroche y el misterio que se siente en esos
muros gruesos, con personas que allí laboran que a veces parecen dudosos
“robots” al contestar preguntas del desconocido sea quien sea.
Y sobre todo la ausencia de un ambiente de
apertura y camaradería. Y es que claro,
yo soy uno de los cientos de miles que creemos que el deporte sea o no negocio,
debe ser universal y democrático, sin misterios. Después de todo los cientos de millones de personas
que asisten a los estadios y hacen posible el negocio; y sobre todo a una generación
de niños y jóvenes que NO deben crecer con el concepto que el fútbol negocio
debe ser misterioso, exhibicionista, destructivo,
oportunista y de ninguna forma 100% gobernado por el dinero.
Recuerdo que cuando en 1974 ganó las elecciones
de FIFA Joao Havelange en 1974 le comenté a Carlos Laviada (ex gran futbolista
y entonces al frente de Femexfut): “presiento que el fútbol va a entrar a un
camino difícil y peligroso”. Lo dije
porque los comentarios de algunos periodistas brasileños señalaban la capacidad
de maniobra inesperada y sin consideraciones, que según ellos poseía el nuevo
presidente de FIFA.
“Es audaz e inteligente, pero al mismo tiempo
sabe maniobrar para detener y destruirte sin pestañear”, me dijo uno de una
publicación llamada “A Bola”.
Hoy, medio siglo más tarde, esos temores y
pronósticos son realidad. Futbol es
ahora un negocio que en muchas partes se maneja con las manos sucias. Toda una generación ha pensado que era una
actividad limpia, productiva y honesta.
Hemos vivido décadas donde han nacido inútiles
“confederaciones”, se han otorgado sedes mundialistas con medios dudosos, se han
sobornado dirigentes sin conciencia, y se ha creado un grupo que dirige FIFA
sin claridad. Han aparecido miembros, socios y patrocinadores sin escrúpulos,
que han comprador favores.
Se ha explotado la buena voluntad de
instituciones; se ha aprovechado miopía de miembros de federaciones en algunos
lugares del mundo; y todo se ha hecho con la habilidad que obliga por “instinto
de conservación” que unos protejan a otros para no perder el negocio. En la
gran mayoría de naciones hay problemas para desarrollar el fútbol por avaricia,
compromisos adquiridos o simples temores
Infantiles, juveniles o de avaricia; todo parece
depender del dinero en inversiones y decisiones totalmente centralizadas en
lograr lo que bien puede llamarse “monopolio”.
Sería muy edificante si lo que está ocurriendo
actualmente y que se ha dado a conocer por investigaciones que hacen los
Estados Unidos, nos llevara a un cambio inteligente de cómo se debe manejar el
fútbol con FIFA o sin ella.
Sería interesante de lograr que los millones o
billones de dólares que hay en las cuentas bancarias de FIFA se controlen e
inviertan en desarrollar el fútbol en ligas infantiles, juveniles y mayores de
la gran mayoría de naciones que pagan cuota a FIFA.
Sería un primer gran paso hacia adelante si por
ejemplo, FIFA diera a conocer las ganancias netas que obtuvieron en el último
Mundial de Brasil, así como su distribución.
Después de todo el espectáculo lo hacen los jugadores y lo pagan
millones de seres humanos con el fruto de su propio trabajo. Síntoma claro de lo mal que andan las cosas,
es saber que el precio de los boletos hizo imposible que la mayoría de la
población del país sede de un Mundial no haya podido siquiera asistir al
estadio a ver un partido.
Por eso a la vez me apena y aplaudo que una
nación poderosa como es Estados Unidos, haya dado el primer paso de lo que
puede ser finalmente una gigantesca medicina para curar al fútbol de una
enfermedad grave que tristemente es contagiosa, y se ha bautizado como FIFAISMO
AGUDO…
Hay que actuar, con la mente clara, con
valentía y convicción. Dejar pasar el
tiempo es arriesgarse a que culpables huyan, y otros sigan hacienda las cosas
igual de mal como hasta ahora.
Cuando todo era miel sobre hojuelas... |
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