ESTADOS UNIDOS 2015, ¿“BACK TO
NORMAL”?
Por Carlos F. Ramírez
Para mí fue una hazaña que el equipo mexicano
ganara su séptimo título de la Zona Concacaf , aun cuando necesitó un discutido
tiro de penal, y sin convencer hasta el
último minuto; eso sí, mostró más
“cancha” que sus rivales de Panamá, antes de llegar a una final relativamente
fácil ante Jamaica. Hazaña pequeña desde
luego, ya que en general el nivel de juego del Tri ni se acercó al de otras
ocasiones. El triunfo angustioso ante Panamá, se basó en un confuso “penalty”
decisivo, que aunque no existió en mi opinión, rara vez un experimentado
silbante lo marcaría en la agonía de un partido tan cerrado.
Sí, es cierto que jugando fuera de canchas
mexicanas, el nivel de fútbol de los rivales se incrementa. Pero por otra
parte, el nivel de fútbol del equipo mexicano (en general) durante el torneo,
distó mucho del que sabemos que tiene; incluyendo el triunfo en la final ante un mejorado
equipo de Jamaica.
Uno comprende la furia de los Panameños pues
sin duda se habían defendido muy bien, sobre todo desde los 75 minutos cuando
se quedaron con diez hombres. Pero ni modo,
en el fútbol gana el que anota el gol, que no siempre es el que juega
mejor.
No es correcto acusar de cansancio o falta de entusiasmo quienes juegan bajo una temperatura de 40 o más grados, porque el calor
golpea por igual a todos. Más bien creo
yo, es el comprensible natural afán de rivales que quieren ganarle al que se
supone que es (o era) el fútbol más importante de la Zona; sin olvidar los nervios
de jugadores que están a punto de iniciar un nuevo torneo de liga.
Sin ofender, ocurre (ellos
lo reconocen) que una gran mayoría de aficionados locales en los Estados Unidos (incluyendo a una
mayoría de “expertos” de medios
informativos) son “villamelones” de un deporte que súbitamente
es novedad y atrae ya no solo a los “Latinos” sino también de los “gringos” jóvenes y viejos, niños y niñas, que lo juegan
y se entusiasman (a veces aplauden lo que deberían silbar), pero es un proceso
educativo para entender, no el “foot-ball” (para ellos solo hay uno), sino el
“soccer”.
Además, el país está repleto de hispano-americanos
y descendientes de europeos, que gritando
y aplaudiendo la jugada correcta contagian
a los locales; quienes en su mayoría van
por curiosidad a ver al “soccer”; o tal vez porque en su ciudad o pueblo hay
equipo que compite en ligas locales.
No hay duda: el fútbol de Estados Unidos está
subiendo poco a poco de categoría y
calidad, especialmente en las ligas; y ahora se sienten importantes, porque fue
el país que se atrevió a acusar a FIFA (sin olvidar
que un par de los acusados del fraude
son estadounidenses).
El lector entiende
porque, una nación acostumbrada a triunfar en el deporte, siente como balde de agua fría, haber perdido la
supremacía en Concacaf. Como insinuó el
pasado domingo Sunil Gulati, presidente
de la Federación, es posible que Klinsmann tenga sus días contados como DT, si pierden contra
México el próximo 8 de octubre. Por de
pronto Gulati, anunció que no habrá aumento de sueldo (el alemán cobra 2.5 millones de dólares anuales). También Klinsmann debe sentirse inquieto no solo por el “pobre” desempeño reciente del equipo,
sino además porque las mismas realidades de su personalidad, hicieron que
dejara el puesto de DT alemán al final del Mundial 2006. El dilema es que una condición que le puso su
esposa para casarse con él fue que vivirían en los EE.UU.
Del cese de Miguel
Herrera como técnico de México hablaremos otro día.
Jurgenn Klinsmann ¿sus días están contados? |
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