1925-26: MADUREZ
DE LA LIGA DE MÉXICO
(Segunda de Tres Partes)
Por Carlos F. Ramírez
Quedamos que la madurez que ya tenía la Liga de México, incluyó una primera vuelta
del Campeonato 1925-26, exitosa en fútbol y público. Al terminar esa primera parte, estaba Asturias con 11 puntos; dos puntos atrás, empatados el RC España y el América; y no lejos, 5 puntos atrás del líder, el Necaxa. (En último lugar
el popular y muy querido “México” del barrio San Pedro de los Pinos).
No faltan exceso de “ismos”, aún en un torneo
bien organizado (como sin duda lo fue el de 1925-26); aún cuando había privado el deportivismo;
especialmente difícil fue la actitud del Club España, que en la segunda etapa
del fútbol mexicano (1913-19) había dominado la Liga; lo que lamentablemente influyó que en los torneos
siguientes, en honor a la verdad y aún siendo un club serio y bien organizado,
algunos jugadores fueron demasiado arrogantes, tal vez dominados por el indudable
y merecido dominio en la liga, justamente logrado en años anteriores.
Así, al empezar la segunda vuelta
el 24 de enero de 1926, el calendario
puso enfrente a los dos equipos que andaban persiguiendo al “Asturias”, líder
del torneo. Uno era el España, el otro el América, que habían terminado la primera ronda empatados en 9 puntos, dos atrás del líder Asturias.
Fue un partido duro, de entradas fuertes
(algunas maliciosas) que hubiera acabado con reparto de puntos, pues América empató con gol de Juan Terrazas; pero
la reacción de los jugadores del RC
España fue protestar y abandonar la cancha sin terminar el juego, alegando que
el gol había sido ilegal; lógicamente el árbitro después de dejar pasar el
tiempo que marcan las reglas, le concedió la victoria por “default” al América.
Pese a eso, el España siguió en la liga, pero
empató y perdió sus siguientes dos partidos, uno ante el México (que entró a su
“segundo aire”); y el colmo, el 15 de Febrero los derrotó por 2-0 el Asturias.
Afortunadamente en el seno del Club España
había gente muy madura, que hicieron entender a sus seguidores que en el
deporte de competencia siempre hay alguien que gana y otro que pierde; que no
era el fin del mundo. Así el España siguió en el campeonato, logrando cerrar su actuación con dos victorias y un empate,
que los dejaría en un cómodo tercer lugar.
Años más tarde, tuve el gusto de convivir en el
Club España con gentes ya maduras (no solo en edad), que aceptaron que en esa
época, estaban llegando a un nivel peligroso de amor propio; y que pese a estar
acostumbrados a ser el equipo “campeón” tenían que “bajarse de las nubes” y aprendieron (muy loable) a madurar y reconocer que el buen deportista lo es, tanto
“en las buenas, como en las malas”.
Así
el Campeonato 1925-26 terminó con
América y Asturias empatados con 20 puntos y el España cinco puntos atrás; en cuarto lugar el Necaxa con 12. De acuerdo con el reglamento de competencia,
el equipo “crema” (como llamaban al América por el color del uniforme), de
acuerdo con el reglamento, tenía que jugar una serie de tres partidos contra
los asturianos para decidir quien sería el Campeón. Dejo al lector con el suspenso de lo que
ocurrió en esa serie final de alta calidad del fútbol mexicano, que se jugó
entre el 11 y el 25 de abril de 1926.
Hasta entonces y créanme que vale la pena
esperar…
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