LA COPA JULES RIMET
Por Luis Ramírez Ruiz
Las nuevas generaciones de aficionados al futbol seguramente
ignoran quien fue Jules Rimet. Tal vez sus padres les hayan comentado que antes
de llamarse Copa FIFA, el trofeo que cada cuatro años se entrega al campeón del
mundo futbol, se llamaba “Copa Jules Rimet”.
Y para ellos que no tuvieron la fortuna de saber por qué se
llamaba así el trofeo les contaremos brevemente la historia: se llamó así en
honor al creador de la Copa del Mundo de futbol, el francés Jules Rimet
(1873-1956), quien fuera el tercer presidente de la FIFA, el presidente más
longevo del organismo (33 años en el cargo) y el creador del torneo mundial de
futbol.
Jules Rimet |
Originalmente el trofeo, encargado por Rimet al escultor
francés Abel Lafleur, fue llamado simplemente como Copa del Mundo o Copa de la Victoria
ya que tenía una representación de Niké, la diosa griega de la Victoria. La
Copa medía 35 centímetros de alto y estaba fabricada en plata y con chapa de
oro. Pesaba 3.8 kilos y su base era de lapislázuli.
Pese a que el trofeo fue fabricado en 1929 y presentado en
la primera Copa del Mundo de Uruguay en 1930, no fue sino hasta 1946 cuando se
le bautizó como Copa Jules Rimet en honor del creador de la competición
deportiva más importante a nivel mundial.
La "Copa del Mundo", bautizada como "Copa Jules Rimet" |
En los inicios de la Copa del Mundo, Jules Rimet estableció que
el trofeo se entregaría cada 4 años al ganador de la justa. El ganador
guardaría el trofeo durante los 4 años de pausa entre cada competición y lo
presentaría en la siguiente Copa del Mundo al Comité Organizador para ser
entregado al nuevo ganador y aquel equipo que lo ganara en tres ocasiones, se
quedaría para siempre con él. Esto no sucedió sino hasta 1970 cuando Brasil, en
el primer mundial mexicano, conquistó por tercera vez el campeonato del mundo
tras haberlo ganado en Suecia 1958 y en Chile 1962.
Pero antes, ya había iniciado la leyenda de la Copa Jules Rimet
con eventos curiosos alrededor del troefo. En 1938, Italia se coronó campeón
del mundo y le tocaba resguardar el trofeo durante los siguientes 4 años. La Federación
Italiana de Futbol decidió encargar la vigilancia del trofeo, durante esos
cuatro años, a un Banco de Roma. Debido al estallamiento de la Segunda Guerra
Mundial los campeonatos de 1942 y 1946 fueron suspendidos.
Conforme la conflagración mundial avanzaba, el
Vicepresidente de la Federación Italiana de Futbol, Ottorino Barassi, decidió
sacar el trofeo de la caja de seguridad del banco y lo mantuvo escondido bajo
su cama, dentro de una caja de zapatos por varios meses. Hizo esto ya que temía
que los nazis pudieran robárselo del banco.
No fue sino hasta 1950, en el campeonato brasileño, que los
italianos volvieron a exhibir la Copa Jules Rimet y la entregaron para su
custodia a la Confederación Brasileña. Ese año fue entregada a los uruguayos que
ganaron ese Mundial cuando ocurrió el famoso Maracanazo, derrotando a los
anfitriones en su propio estadio 2 goles a 1
La vida de la Copa Jules Rimet siguió sin sobresaltos por 16
años más, pero unos cuatro meses antes de la inauguración de la Copa del Mundo
de Inglaterra en 1966, cuando la Copa Jules Rimet era exhibida públicamente en
el salón central de la tienda londinense Westminster Hall, un obrero portuario
la robó. Todo el aparato policial londinense se puso en alerta para recuperar
el trofeo que fue encontrado siete días después del robo envuelto en periódicos
por un perro llamado “Pickles” en los suburbios de la capital inglesa.
Al cumplir 40 años, el trofeo fue entregado en definitiva a los
brasileños en 1970, quienes lo guardaron en una vitrina con cristal antibalas
en la Confederación Brasileña de Futbol (CFB) de donde fue robada en 1983 durante
una exhibición pública. Los ladrones
fueron atrapados meses después y confesaron que el trofeo había sido fundido para vender sus
compuestos. Al año siguiente, en 1984, la CFB encargó a la compañía Eastman
Kodak la fabricación de una réplica que es la que actualmente se conserva en
las vitrinas de la CFB en Río de Janeiro.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario