SUECIA 1958: LA NAVIDAD
DEL FUTBOL
Por Luis Ramírez Ruiz
Así tituló la revista argentina El Gráfico su sección
dedicada al Mundial de Suecia 1958 en la edición especial para el Mundial
Argentina 1978.
Cuando leí el titular, me llamó mucho la atención y es que
se referían a la presentación en las vitrinas internacionales de Edson Arantes
Do Nascimento, mejor conocido como Pelé.
Para los editores argentinos, en esos momentos, Pelé era el
mejor jugador de la historia –estoy seguro que años después han cambiado de
opinión-, y resaltaban el surgimiento de Pelé en un Campeonato Mundial a los 16
años de edad y su aporte, fundamental, para que Brasil se coronara como campeón
del mundo en Suecia 1958.
Y eso que Pelé no jugó todos los partidos de ese Mundial ya
que llegó con una lesión en una rodilla producto de una entrada muy fuerte de
un rival en un partido de preparación que los seleccionados brasileño jugaron
ante el Corinthians de la liga Paulista antes
de partir a Suecia.
Pelé estuvo a punto de quedar fuera de ese Mundial debido a
la lesión, pero fue cuidado “entre algodones” y, si bien la ciencia médica
deportiva no era lo que es hoy en día, a Pelé lo trataron efectivamente con
fomentos de agua caliente aplicados en la rodilla afectada para que pudiera jugar
el Mundial. Sin embargo, en los dos primero partidos no pudo jugar
(contra Austria y contra Inglaterra) y fue hasta el tercer partido de la fase
de grupos contra la Unión Soviética en donde Pelé hizo su debut y anotó uno de
los dos goles brasileños en la victoria de 2-0 sobre la URSS del legendario
portero Lev Yashin.
Y debemos ser justos en comentar que el equipo brasileño no
sólo era Pelé, pues también otros inmortales de ese equipo: Garrincha, Gilmar,
Zagallo, Vavá, Didí, Mazzola… sin embargo, la magia del chamaquito de sólo 17
años, hizo la diferencia para que Brasil siguiera avanzando y ganara esa Copa
del Mundo.
En los cuartos de final, Brasil enfrentó a País de Gales, y
Pelé le dio el triunfo a su escuadra por la mínima diferencia con un gran gol
tras un pase de Vavá. Así, Brasil pasaba a las semifinales para jugar contra el
poderoso equipo francés de Just Fontaine –quien al final fuera el goleador del
certamen con 13 anotaciones- y Raymond Kopa. A los franceses, Brasil los
derrotó con un contundente 5-2 y Pelé fue el autor de tres goles.
Para la final, contra los anfitriones, los brasileños dieron
una demostración de un gran futbol y derrotaron a los suecos 5-2. Pelé anotó
dos goles y en ese partido jugaría como compañero de Zagallo, quien fuera su
técnico en el último Mundial que jugó y ganó: el de México en 1970.
Todos recordaremos las imágenes en película de 16 milímetros
que se conservan a la fecha de Pelé, con sus 17 años a cuestas, llorando de
felicidad en el hombro del portero Gilmar.
Y sí, El Gráfico tenía razón, fue ese 1958 la Navidad del
Futbol.
Pelé llorando en el hombro de Gilmar tras conquistar la Copa del Mundo de 1958 |
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