EL JUGADOR NÚMERO 12
Por Carlos Calderón Cardoso
Historiador, escritor, columnista y analista del Fútbol Mexicano.
El único futbolista de renombre que llegó a
jugar las once posiciones fue un húngaro, excelente persona, que en sus mejores
años se naturalizó español: Ladislao Kubala. En los equipos en los que militó,
con sobrada capacidad, se desempeñó a veces en la defensa, a veces en el medio
cambio y, lo mismo en la delantera, inclusive, llegó a jugar de arquero cuando
la situación así lo requirió.
Kubala fue internacional con
Hungría, Checoslovaquia y España, pero desgraciadamente nunca pudo disputar una
Copa del Mundo aún con su admirable habilidad que lo situaban como uno de los
futbolistas más notables de la década de los 50’ y 60’.
Considerado como uno de los
máximos jugadores de todos los tiempos, Kubala siempre se desempeñaba para el
público. “Los aficionados –consideraba el húngaro- son la parte más importante
del futbol, sin ellos no tendríamos motivos para saltar al terreno de juego”.
Sus mejores años, sin duda los daría a la
camiseta del Barcelona, equipo con el que fichó en 1951 cuando contaba con 24
años. Con los blaugrana conquistó cuatro títulos de liga, cuatro Copas y dos
Copas de Feria. Además de jugar para la selección española, también la
entrenaría entre los años 1969 a 1980, por lo que fue un baluarte del futbol
español.
Precisamente cuando estaba a cargo de la
Furia Roja, el 11 de febrero de 1970, lanzó una frase que quedó a perpetuidad
en el mundo futbolístico. Su frase, adoptada por todos, es repetida día a día y
se toma como algo común, como algo de toda la vida.
Kubala aquel día después del partido entre
Alemania y España que terminó con la victoria del conjunto de la península 2-0,
recibiendo una ovación la furia roja –Ladislao
Kubala incluido-, éste comentó a la prensa que se hizo presente. “Es muy bonito
ser despedido así, en la cancha somos once, pero en las gradas está el jugador
número 12, por que es el que nos apoya, nos alienta y nos lanza al triunfo”.
Desde aquella tarde de febrero de 1970, la
expresión se hizo parte del argot futbolístico y no hay día que técnicos,
jugadores o directivos, no agradezcan o reprochen a ese elemento extra, que es
parte del éxito o del fracaso. ¡El jugador número 12!.
Ladislao Kubala |
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