lunes, 30 de enero de 2017

FUTBOL MEXICANO: “PODEROSO CABALLERO ES DON DINERO”

Por Carlos F.Ramírez

Parece que fue ayer, pero se han cumplido dos décadas desde que alguien que estaba interesado más en el dinero que en el fútbol (de cuyo nombre no quiero acordarme) convenció a la Federación Mexicana de Futbol (o más bien a quienes solo veían el fútbol como explotación de un negocio), a convertir la Liga en el absurdo torneo que es hoy,  olvidando que en todo el mundo (a excepción de Argentina), se sigue jugando a dos vueltas, cumpliendo con  el deportivo concepto de  jugar a visitas recíprocas todos contra todos, 50% como local y 50% como visitante; y el que ganara más puntos después de todos esos partidos era el campeón, y punto.

Estoy seguro que los buenos aficionados al fútbol rechazan el concepto de Campeón de “liguillas”, ya que con eso muchos se alejaron de ir al estadio donde ya no hay nada deportivo que gozar; al equipo que acabó en primer lugar con más puntos que nadie, eso no le sirve para ser campeón: tiene que ir a la antideportiva “liguilla” por el título.  Ese absurdo sistema ha servido para prolongar el contrato de uno que otro entrenador “vividor”, especialmente los que importan de otros países, en vez de “arriesgarse” contratando mexicanos. 

Por eso, algunos de los llamados “clubes” (que en vez de socios tienen “porras” financiadas para gritar los días de juego) distan mucho de ser organizaciones deportivas.  Son meramente negocios (además, la mayoría mal administrados); el resignado público mexicano no tiene más remedio que ver algunos juegos por la televisión, que para colmo no siempre son los más importantes.  sino los que eligen anunciantes, que solo los usan para enviar mensajes comerciales, más que para presenciar un evento deportivo.

 ¡Ojo! Yo no tengo nada en contra del comercio; pero si mucho sobre la forma exagerada como se aplica en el fútbol mexicano.  Ya de por sí el buen aficionado considera los “medio campeonatos” difíciles de aceptar; uno siente que el fútbol mexicano, era antes una justa competencia deportiva, todos contra todos dos veces, una de visita otra como local; así era la liga en México, y así se sigue jugando en la mayoría de las ligas del mundo.  (por alguna razón será); honestamente es difícil aceptar llamar campeonato de liga a los medio torneos de nuestro fútbol.    

No critico el legal derecho de comprar anuncios en un deporte profesional; pero sí considero absurdo el enfrentamiento creado en medios de difusión donde un narrador funciona obligado a exagerar y no criticar el juego del equipo cuyo propietario es quien paga la transmisión.  Hay quien dice que el estómago está antes que el corazón; pero, aunque algunos narradores intentan esconder ese propósito, es claro que evitan criticar al equipo cuyo dueño directa o indirectamente, les paga por sus servicios “profesionales” (?)
Anualmente, como miembros de quienes votamos en Pachuca para el Salón de la Fama, vienen a México un par de amigos míos, uno inglés el otro alemán y   entienden bien el español, y los he invitado más de una vez a presenciar un partido de liga mexicano, se doblan de risa cuando alguno de los narradores o exagera el gol del equipo cuyos dueños pagan por la narración; o critican al rival por cualquier jugada insignificante.

Conste que entiendo el dilema de esos narradores, que claramente titubean antes de criticar (o justificar) errores de jugadores del equipo que pertenece a la firma comercial que patrocina la transmisión (o peor todavía, que es propietaria del equipo que juega en su estadio).  Saben que, si no hablan bien del equipo o critican sus errores, de alguna forma tendrán problemas con quien paga por la transmisión.
Es cierto que algo similar ocurría en tiempos anteriores, pero con el crecimiento del valor comercial del fútbol, ahora es más notorio y a la vez, más absurdo.

Me pregunto si alguien está pensando en convencer a los dueños de equipos del valor de la verdad en el fútbol.  Pero me temo que en tanto que la liga mexicana se juegue para ganar el derecho de ir a una liguilla y no para ganar un título, - o sea mientras sean “liguillas” y no un torneo a visitas recíprocas como lo es en todo el mundo, seguirá activa la absurda comercialización.  Y es una lástima…

lunes, 16 de enero de 2017

LAS FALSAS PROMESAS DE CAMBIO EN LA FIFA

Por Carlos F.Ramírez

Pues nada, ha ocurrido lo que nosotros, quienes vivimos en la realidad del fútbol mundial, temíamos.  De nada sirvió la esperanza infundada de que el nuevo jerarca de FIFA, Gianni Infantino respetara lo que la Copa del Mundo era y que había perdido ante la absurda comercialización y beneficio de unos cuantos “vivos”: promover el fútbol en el mundo, a todos los niveles, pero respetar la seriedad de una Copa del Mundo donde compitan los que hubieran logrado ese nivel de calidad que solo llega con trabajo, inversiones y perseverancia.

Eso hubiera sido respetar los esfuerzos de federaciones de países que buscan siempre mejorar en seriedad y calidad del juego; lo cual era un acicate y reto para los países cuyo fútbol requiere mejorar. 

Pues bien, en vez de eso han aprobado una caricatura de “Copa del Mundo”, donde todos (malos, buenos, mediocres, nuevos y antiguos) podrán competir en la final de una copa del Mundo a partir de 2026.  Nadie sabe dónde quedó la promesa de FIFA de mejorar el Mundial, forzando a todos los países a mejorar sus ligas, desarrollar mejor a sus jugadores, etc., para poder competir honrosamente con los mejores del mundo, que sí hicieron ese esfuerzo a lo largo de casi un siglo.

Claro que están felices los países de ciertos continentes (Asia, África, como ejemplo) que, por diversas razones, nunca han hecho inversiones ni logrado elevar el nivel de su fútbol. 

Ah, pero “la nueva” FIFA (que sigue con lo mismo que la anterior) dice que ahora el Mundial será un torneo muy rico, que estiman aumentará en mil millones de dólares adicionales sus ingresos en publicidad y boletaje, solo en el primer campeonato que incluirá…48 selecciones de fútbol mundiales.

Quienes piensan con la cabeza, señalan que estamos ante un torneo de baja calidad, donde 75 de las federaciones afiliadas a FIFA podrán ganar un lugar en el Mundial cada cuatro años, y se beneficiarán por estadios llenos en las rondas de clasificación.
Habrá que ver lo que ocurre después de los Mundiales de Rusia y Qatar. Basta hacer unas cuantas matemáticas:

Desde Francia 1998 hasta Qatar 2022, el mundial consiste de 32 finalistas que juegan 80 partidos.  Uno se pregunta qué truco matemático harán, y si los países lo aceptarán, cuando a partir de 2026, serán 48 finalistas (nadie se ha atrevido a decir cómo se repartirán por Confederaciones); de allí 32 avanzarán a una ronda final, 16 regresarán a su casa.  Tampoco se atrevieron a sugerir calendario.
Será sin duda, un absurdo torneo:  juren ustedes que como no han decidido la programación, habrá discusiones y arrepentimientos por todas partes.

No cabe duda que manipulando números la nueva FIFA se beneficiará.  Hago la siguiente pregunta ya que nadie de FIFA, ni el presidente Infantino, ni el canadiense Montigliani de CONCACAF dieron una respuesta clara: ¿responderá la gente ante un torneo de tan dudoso atractivo y posiblemente cansado y caro para el público aficionado?    

Como no hay antecedentes, cualquiera puede hacer sus cálculos según sus propios deseos y suposiciones.  Así dicen que un torneo como el que planean organizar en Estados Unidos y Canadá, generaría casi 7 mil millones de dólares en ingresos;
Dicho por “expertos” de esas dos naciones que se beneficiarán de todas formas por ser sedes.

Pero nadie habla de la logística de esos nuevos torneos, las diferencias entre el fútbol y ligas de las naciones contendientes, la creación de lugares para acomodar a los participantes y sus seguidores, además los sitios de entrenamiento para 16 selecciones más de las normales, etc., etc. 

Y, sobre todo, ¿cuál será la reacción de las naciones que serán perjudicadas en el desarrollo de sus ligas y juegos de copas, etc., como en Europa y América?

Como dijo alguien, el proyecto está fundamentado que solo países ni siquiera ricos sino millonarios, podrán ser sede de los Mundiales del futuro; aunque antes los países ricos pueden ganar dinero a costa de los que no lo son…

Y usted lector, ¿qué opina?


Infantino: la FIFA por más negocio...