jueves, 14 de diciembre de 2017

MENTE SANA, EN CUERPO SANO, FRASE QUE SE HA IDO BORRANDO DEL DEPORTE

Por Carlos F.Ramírez

Hablemos un poco sobre el deporte profesional y en específico sobre el fútbol.  Ese deporte que se practicaba en el mundo desde hace casi dos siglos, y que lamentablemente lleva ya las últimas décadas afectándose gradualmente: sufre la metamorfosis de que un sencillo deporte internacional, saludable actividad para la juventud, se ha convertido en tremendo negocio de materialismo y política.  Cada día desaparece el romanticismo que originalmente rodeó la práctica de una actividad que, nosotros los “veteranos”, recordamos se consideraba en nuestra juventud como un medio de educación y salud para la juventud. 

Como yo, otros “románticos del deporte” (mente sana en cuerpo sano, era nuestro lema), hemos sentido, tristemente, el excesivo materialismo, que gradualmente se ha ido apoderando mundialmente de nuestro deporte; y ello tiende a afectar en mucho la antigua filosofía griega del deporte: “Mens Sana in Corpore Sano”, ¿se acuerdan ustedes?

Aclaro que no estoy en contra de que en forma limpia y legal sea el fútbol un negocio (en el mundo materialista en que vivimos, tenía que ocurrir tarde o temprano).  Lo que me molesta es que la niñez y la juventud, que siempre necesitarán educación, crecen pensando que lo único que importa en la práctica del deporte, es el dinero. Recuerdo que perder un partido en mis tiempos juveniles, era triste pero siempre, habiendo ganado o perdido, solíamos felicitar a los rivales.  Dicho de otra forma, vivíamos la realidad que el deporte es solo un enfrentamiento limpio entre seres humanos; que ganar es solo la consecuencia de que un equipo jugó “un poco” mejor que sus rivales; por eso vencedores o derrotados, solíamos felicitar al rival.

Si usted lector piensa que estas son ideas “anticuadas”, deje de leer por favor.
El deporte organizado vino desde hace siglos de los griegos.  Lo consideraban ejercicio físico y mental; se allí la frase multi mencionada “Mens Sana in Corpore Sano” que creo es la frase “bíblica”, el “Génesis” del deporte organizado. El triunfo o la derrota son circunstanciales, igual que ocurre en la vida humana, donde como dice la frase, “no siempre se gana, ni siempre se pierde”; creo que el fútbol o beisbol o cualquier deporte son actividades para conservar la salud, no solo la “salud física” sino para tener salud mental al mismo tiempo.

Todo esto lo escribo porque el deporte en general, hoy en día está convirtiéndose no en lo que los griegos predicaban, sino en lo que demasiados entrenadores del mundo están usando como estímulo al joven deportista:  encima de todo, hay que ganar por la importancia del dinero o la fama política.  Se ha olvidado que los griegos crearon los Juegos Olímpicos con el lema que ya mencioné antes: “Mente Sana en Cuerpo Sano”; tristemente en nuestros tiempos hay demasiadas organizaciones y entrenadores, que van en contra del concepto de que lo importante no es ganar sino competir con todo lo que puedas dar; hay excepciones, pero abundan entrenadores que solo piensan en el dinero que ganarán si su pupilo gana un evento olímpico.
Algunos entrenadores o directivos universitarios están equivocados si creen que la fama y el dinero inspiraron esa frase olímpica de los griegos. Ella no se refiere a que hay que ganar todos los eventos posibles, y así no solo tener fama, sino ganar mucho dinero.   Y menos si eso se logra violando reglamentos en la preparación o tretas para que los pupilos ganen fama y dinero de apuestas.

Y no sólo hablo de futbol, también los Juegos Olímpicos están cada vez más sufriendo del materialismo, no solo lo relacionado con el dinero que los organizadores ganan, sino por los negocios que logran los fabricantes de ropa y equipo deportivo. 

Vuelvo a aclarar:  no estoy en contra de que los fabricantes de ropa y equipo vendan su producto; me refiero a que generalmente esto ocurre porque eligen a quienes han tenido mejor preparación física gracias a que sus países tienen negocios importantes de equipo atlético o productos populares.  Hay evidencia de que esas empresas de fuerza comercial mundial, invierten mucho dinero en la preparación de los atletas que les convienen, comercialmente hablando. 

Así, contrasta la preparación de atletas olímpicos de países de economía pobre con la de países económicamente poderosos.  En el momento en que los organizadores de ese evento ignoran esa diferencia injusta (desde el punto de vista deportivo) será muy difícil creer que la competencia de los Juegos Olímpicos es deportiva, imparcial y al alcance de toda la juventud del mundo.

Por eso, tristemente, los “modernos” Juegos Olímpicos comenzaron desde hace mucho tiempo (décadas) alejándose de su origen.  Cuando por vez primera los   griegos los organizaron, dijeron que serían “competir por el deporte mismo” o sea 
dando a todos los competidores la misma posibilidad del triunfo, basado en su preparación y habilidades; ganar sin importar su origen, raza o ventajas materiales.


Antes de que los Juegos Olímpicos comenzaran, no existía lo del país millonario y el país pobre.  Hoy en día ese concepto de competencia justa es imposible de lograr si las naciones más poderosas, económicamente hablando, tienen la ventaja de poder contratar entrenadores expertos; esto viola el concepto del “deporte por el deporte mismo” Y establece la inutilidad de competencia justa, cuando compiten juntos a “quienes juegan por la paga, contra los que pagan por jugar”.  Esto lo dice todo sobre la actual injusticia del deporte profesional en general y de los Juegos Olímpicos en particular.   Y me pregunto, ¿Cómo lo resolvemos?

Los Juegos Olímpicos de la antigüedad en Grecia eran justos.