viernes, 19 de diciembre de 2014

COMO LES IBA DICIENDO…

Por Carlos F. Ramirez

Entra esta columna en la tercera etapa.  Nació en las páginas de “El Siglo de Torreón” hace casi seis décadas; continuó en periódicos y revistas del centro y sureste del País; y hace poco renació en el lugar de su origen, La Laguna, ese pedazo de tierra mexicana que tanto ha aportado al país.   Fuera de interrupciones esporádicas, causadas por cambio de escenario del que escribe, la considero mi aportación al mundo del deporte.

Y este tercer renacer se debe a que además de leerla en las páginas del “Siglo”, aparecerá en este Blog.  Tardé en decidirme a incluirla porque las exigencias del moderno mundo de la comunicación, impulsa a ser patéticamente corto en lo que se escribe.  Al mismo tiempo, esto representa una responsabilidad para decir lo mismo en menos espacio – algo que parece ser la norma materialista del moderno periodismo.  No importa, lo intentaremos con gran seriedad.

Hoy quiero hablar del gigantismo en que está cayendo el fútbol.  No es solo problema de nuestro país, sino del mundo entero.  Periódicos añejos de Estados Unidos, que encontraban “cosa de risa” publicar en sus páginas fotos y noticias del fútbol “soccer” han tenido que doblar las manos.  Desde Los Ángeles hasta Nueva York, comienzan a aparecer no una sino dos o tres páginas con noticias del fútbol, no solo del poco inspirador de las ligas de Estados Unidos, sino de diversas partes del mundo.

Una de las noticias recientes sin embargo, apunta al riesgo de que el deporte más popular del mundo – como sin duda es el fútbol - comience a caer en el “amarillismo”, tentación que ha perseguido al deporte en las publicaciones de todo el mundo.  Hace un par de días, el “New York Times”, que es un diario de alta reputación, dedicó un cuarto de plana con foto y todo, a la excelente “arquero” de la Selección Nacional femenil de Estados Unidos, Hope Solo.

Pero hablaba no de su habilidad que la ha convertido en la mejor arquero femenil del mundo, sino de sus problemas familiares.  La historia – tal y como la manejan los medios de comunicación y a mí no me consta – es que después de haber tomado unas cuantas copas de más, se enredó en una discusión con su sobrino de 17 años y su madre – que es media hermana de la futbolista. (Para colmo, el “angelito” mide 1.80 metros y pesa más de 100 kilos).  Aparentemente la futbolista le dijo que “nunca podría ser atleta porque era un gordinflón pasado de peso” y se desarrolló un pleito supuestamente con “arañazos” y toda la cosa.  El angelito (?) y su madre presentaron querella legal y esto pone en duda si el fútbol de Estados Unidos la llevará o no al Campeonato Mundial femenil FIFA que se jugará el próximo verano.


Me pregunto si en vez del incidente hubiera sido una gran atajada de la señorita, le hubiera dedicado ese periódico de los más importantes del mundo, siquiera un parrafito…

Hope Solo

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