lunes, 11 de noviembre de 2013


EL FÚTBOL NOCTURNO

 Por Carlos Calderón Cardoso

Historiador, escritor, columnista y analista del Fútbol Mexicano.

 Hoy en día es común presenciar partidos a toda hora, tanto en la mañana, a media tarde o por la noche, pero hace poco más de medio siglo esto era imposible. Los estadios de madera -no había de concreto- carecían de alumbrados y la idea de jugar un partido nocturno se tenía como poco práctico y hasta imposible.

En 1940, último año gobernado por Lázaro Cárdenas, el país tenía casi veinte millones de habitantes, mismos que actualmente, tiene tan solo la ciudad de México. En la capital existían grandes porciones de llano y calzadas polvorientas sin asfaltar, como la Calzada de la Verónica. Aquí al cruce con la Calzada de la Teja (Marina Nacional y Melchor Ocampo) estaba el Parque España, en donde en fecha histórica para el fútbol mexicano el 28 de marzo de 1940 se jugó por vez primera un partido nocturno en nuestro país.


La idea había sido concebida por un chileno ex jugador del América y entonces delegado en la Liga Mayor -hoy Primera División- Pedro Barra García, quien comentó que en América del Sur era todo un acontecimiento esta clase de partidos y que les auguraba enorme éxito en lo económico. No hubo que decir más, casi de inmediato fue aceptada su propuesta. El juego marcado para la inauguración de este acontecimiento, fue un partido del Torneo de Copa entre dos acérrimos rivales el España y el Atlante.


El estadio esa noche se encontraba a reventar. Todo mexicano afecto al fútbol quería presenciar el acontecimiento. En las gradas llamadas de sombra, se podían apreciar hombres vestidos de traje y sombrero de copa y mujeres con sus mejores ropas que acudían cual si fueran a presenciar la ópera o el ballet. En las zonas populares, los obreros asistían también de traje o de mezclilla para ver lo que sería un espectáculo digno de contar.


La compañía de Luz y Fuerza colocó postes de luz en las esquinas de la cancha y en las partes altas del inmueble. La cancha perfectamente iluminada salvo en los corners daba un espectáculo fabuloso. Las tribunas, en cambio, permanecieron en la más absoluta penumbra. Vendedores de botanas tuvieron que ayudarse de lámparas de mano para mostrar sus productos.


El partido dio inicio a las 20:45 jugándose un excelente encuentro en donde los morenos del Atlante vencerían al son de dos goles contra cero. El primer gol sería anotado por "El Chanclas" Zamudio lo que le valdría obtener una placa y un sin fin de entrevistas de la prensa especializada. Para manejar el encuentro se echó mano del mejor árbitro del momento, el internacional Carlos Esteva. El torneo de Liga, jugaría también fútbol nocturno dándose el primer encuentro el 17 de octubre de ese histórico 1940.

Tal éxito causó el fútbol nocturno que una línea de camiones se presentaba al término de los encuentros para llevar a los felices aficionados hasta los puntos de convergencia de las principales rutas de autobuses y tranvías.

Como dato curioso, en diciembre de aquel año, ocurrió algo digno para Ripley, ya que los partidos nocturnos se suspendieron porque el Departamento del Distrito Federal, dueño de los reflectores que eran aprovechados para alumbrar el terreno de juego, pidió los mismos porque serían utilizados -como cada temporada- para iluminar las fiestas de fin de año en la ciudad...
 
Portada del diario mexicano "La Afición" anunciando el previo del primer juego noctuno en México.
 

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