CUANDO MEXICO CONOCIO EL MEJOR FUTBOL DEL MUNDO

 

Por Carlos F.Ramírez

 

El fútbol uruguayo, único en el mundo durante casi tres décadas, fue invencible entre 1924 y 1950.  Fue el primer campeón mundial oficialmente consagrado por los torneos de FIFA; y lo demostró ganando, primero el torneo olímpico de 1924; lo confirmó repitiendo el oro olímpico  de 1928; y para “remachar” ganó   la Primera y Cuarta Copas del Mundo  FIFA, en 1930 y 1950.

México enfrentó más de una vez al fútbol uruguayo en serie de juegos inter clubes con ese fútbol.  La primera vez, en la segunda “serie internacional” que se jugó en 1927 en canchas de la Capital de México.   El visitante fue el “Nacional”, campeón de la liga “charrúa”  y que tenía en sus filas a varios jugadores campeones olímpicos.

Era un fresco verano en la Capital mexicana.  Llenos completos en el mejor estadio que había entonces,  el “Parque España” presenciaron el mejor fútbol del mundo de entonces.  Esa valía internacional, se refrendaría al año siguiente ganando el torneo olímpico de 1928 y en 1930 la Primera Copa del Mundo.

Al “Nacional” lo entrenaba  Emilio Servet Mitre y era campeón de la liga uruguaya, donde alineaban”: Andrés Mazzali y Fausto Batigniani porteros;

Antonio Urdinarán, Emilio Recoba y Diego Fernández, defensas; en la línea media, Alfredo Ghierra, José Leandro Andrade “El Negro de Oro”; el gran Lorenzo Fernández y Conrado Haberly;  y adelante, anotando  que fue un espectáculo (29 goles en cinco partidos) estaban Santos Urdinarán, Héctor Scarone “el gran armador de juego”; Zoilo Zambombide, el ilustre “Manco” Héctor Castro y Finamore.

 Eran los grandes  del fútbol enfrentando a entusiastas aprendices que jugaron con todo lo que tenían, y modestamente aplaudieron a los maestros…Los visitantes, acabados de llegar de largo viaje por mar, “sólo” ganaron  3-1 el 26 de junio de 1927, ante un América, que pronto sería digno campeón de la liga mexicana.

 Pero…tres días después, ya aclimatados, los uruguayos del “Nacional” no tuvieron rival al vencer 9-0 a un improvisado equipo llamado “Combinado Mexicano”; enseguida  golearon  5-0 al R.C. España;  luego el  “Guerra y Marina” donde el arquero nacional Bonfiglio defendió lo mejor que pudo su arco sin evitar la derrota por  0-4;   y en su despedida, el “Nacional” no tuvo piedad contra un RC España que buscaba la revancha, pero no hubo tal:  8-2 fue el marcador final;   Giralt y Suárez fueron los que anotaron los dos goles del equipo mexicano.

Sin duda eran los maestros y enfrente los discípulos.  El fútbol mexicano estaba aprendiendo de  los mejores catedráticos del momento.  Y toda esta experiencia y muchas que vinieron después y que, relataremos aquí en este Blog, servirían  eventualmente para madurar al fútbol mexicano.

"Revista de Revistas" del 3 de junio de 1927 en donde habla de la visita del equipo Uruguayo a México.