martes, 8 de julio de 2014


ALFREDO DI STEFANO, GENIO Y FIGURA...

 

Por Carlos F.Ramírez

 

Uno de los personajes más curiosos y difíciles que he tenido la oportunidad de conocer y entrevistar, acaba de fallecer en España su segunda patria: el argentino Alfredo Si Stefano, uno de los delanteros más completos y originales que ha tenido el futbol mundial.

 

Conocí a Alfredo durante el Mundial de 1962 en Chile, y tuve con él una original conversación, con él sentado, descansando sobre una loma anexa a la cancha donde entrenaba su equipo, la selección española que asistió al  Mundial chileno. Di Stefano había tenido primero carrera brillante como centro delantero del River Plate en los cuarenta, luego había sido de los rebeldes que fueron a jugar en Colombia cuando su futbol estaba "en cuarentena" por FIFA; y de allí, Don Santiago Bernabeu lo había llevado al Real Madrid, donde se reveló como jugador fuera de serie, creativo y revolucionario al jugar su posición como "ariete del ataque", subiendo y bajando incansablemente, armando juego desde la defensa y rematando con enorme facilidad los numerosos goles que anotó.

 

En el Madrid Junto a él, jugó Ferenc Puskas, otro "revolucionario" del futbol de ataque (algún día les contare que su carrera pudo haberse iniciado en el futbol mexicano) quien coordinaba enormemente con el estilo mandón de Di Stefano, ya que durante su estancia en el Real Madrid, Di Stefano iba a recoger pelotas hasta la defensa, se apoyaba en Muñoz y Puskas, mientras corría a colocarse como ariete y remataba los numerosos goles que anotó en el Penta campeón que llego a ser el Real Madrid de esos tiempos.

 

Pero al fallecimiento de Alfredo, puedo contar una anécdota que cuando ocurrió y posiblemente por haberle caído bien, me la contó pero me advirtió que si escribía lo que él me había dicho entonces, él lo negaría.  Estábamos en el Mundial de 1962, en Viña del Mar.  El lector debe saber que en ese Mundial, México jugó en el mismo grupo que los campeones y subcampeones de la Copa del Mundo: Brasil y Checoslovaquia.  España y México completaban el cuaternio de selecciones.

 

Pues bien: se había reportado que Di Stefano estaba lesionado, y que lo cuidaban para que pudiera jugar en el Mundial.  Esa tarde en la cancha de entrenamiento, Alfredo descansaba a unos metros de la cancha donde entrenaban sus compañeros de equipo, y me acerqué a entrevistarlo.  Le hice la pregunta de rigor, "Va usted a jugar o no, Alfredo"  Recuerdo que volteo a ver a su alrededor, aparentemente le caí bien porque sonriendo me dijo: "Te voy a contestar pero te advierto que si tu escribes lo que te voy a decir voy a desmentirte. No voy a jugar porque aunque estoy bien, estos son los últimos días que me quedan para usar estas (y señaló sus piernas) que dan de comer a mis hijos.  No puedo arriesgarlas en un mundial, donde el juego es siempre rudo y duro para los que somos estrellas".  Y antes de levantarse y despedirse me repitió, "recuerda, te lo dije porque eres mexicano y yo admiro mucho  a tu país, pero si la publicas te desmentiré".

Nunca lo publique y ahora digo, "genio y figura hasta la sepultura".


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