miércoles, 28 de agosto de 2013


EN AMSTERDAM QUIEREN UN MUSEO DEDICADO A JOHAN CRUYFF

Por Luis Ramírez Ruiz

Hace un par de meses, la casa señalada con el número 32 de la calle Akkerstraat en el popular barrio de Betondorp de Amsterdam en Holanda, fue puesta a la venta.

Si no fuera porque en esa casa nació y creció el máximo exponente del futbol holandés, la venta hubiera pasado desapercibida. Pero fue en ese lugar y en ese barrio donde Johan Cruyff comenzó sus incursiones en el mundo del fútbol, cuando jugaba en  sus calles junto con su hermano Henny. Esto era allá por los años cincuenta.

Esa casa tenía doble propósito, pues además de albergar a la familia Cruyff, también servía como sede de la tienda de verduras de su padre cuyos ingresos representaban el principal sustento de la familia.

En ese mismo barrio de Betondorp se ubicaba el estadio en donde jugaba el Ajax, primer equipo profesional en la carrera de Johan y en donde su madre trabajaba como empleada de limpieza. Gracias a ella y a su insistencia con los encargados de las fuerzas infantiles del equipo, su hijo fue probado y así inició su paso por el futbol cuando tenía 9 años. A la edad de 12, su padre murió de un infarto al corazón y gracias a sus habilidades futbolísticas, abandonó los estudios para dedicarse al cien por ciento al futbol, siempre cobijado por el técnico Rinus Michel, creador del “Futbol Total” y después convertirse en el gran jugador que fue.


En donde estaba el estadio, ahora es un conjunto habitacional.

Ese estadio, el “De Meer” fue en donde hizo su debut Jopie, como lo llamaba cariñosamente su madre, y que posteriormente fue demolido para dar paso a un conjunto habitacional.

Pero regresemos a la casa en donde nació Johan. Los habitantes del barrio de Betondrop  enviaron una carta a la municipalidad y al Club Ajax, solicitando que esa casa se convierte en el museo Johan Cruyff, pues dicen que ese barrio ha sido abandonado por el club de futbol, siendo que es habitado, en su mayor parte, por familias de la clase trabajadora de Amsterdam y que han sufrido mucho la distancia con el club de sus amores desde que el Ajax juega en el Amsterdam Arena, un estadio a todo lujo y muchas veces inalcanzable para los miembros de la clase obrera holandesa.

Las discusiones y negociaciones han iniciado para comprar la casa y fundar el museo y ya se ha creado un comité que empieza a recabar fondos para la compra del inmueble y  que, inclusive, ya colecta piezas y “memorabilia” del cerebro de la llamada Naranja Mecánica de los setentas,  para ser exhibidas en el proyectado  museo. Valdría la pena que ese comité se diera una vuelta a Guadalajara y recolectara un pedazo del pasto artificial que estaba en el estadio de las Chivas y que el propio Cruyff mandó reemplazar por césped natural, pasto que servirá en el museo como amargo recuerdo del paso del holandés por el futbol mexicano.
 
 

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