miércoles, 23 de octubre de 2013


EL ATLÉTICO DE MADRID (DE BUENOS AIRES)

 

Por José del Olmo, miembro del Comité Ejecutivo de IFFHS y presidente de CIHEFE.

 

         Precisamente hace 40 años que el Atlético de Madrid incorporó a su plantel dos grandes estrellas del fútbol argentino que dejaron una profunda huella entre sus aficionados: el delantero Rubén Hugo “Ratón” Ayala y el defensa Ramón Armando “Cacho” Heredia, ambos procedentes del San Lorenzo de Almagro.

 

         Aquel verano la Federación Española en asamblea había acordado levantar el veto a los jugadores extranjeros. Este cambio de legislación permitió la llegada del alemán Gunter Netzer y del argentino Óscar “Pinino” Mas al Real Madrid. El FC Barcelona se reforzó con el peruano Hugo “Cholo” Sotil y, a base de talonario, del holandés Johan Cruyff. La apuesta del Atlético de Madrid fue claramente para Argentina. Los rojiblancos madrileños, por entonces, tenían un excelente conjunto, no en vano, eran los vigentes campeones de Liga.

 

         El director técnico era Juan Carlos “Toto” Lorenzo que había llegado con anterioridad a Madrid un poco por sorpresa. El Atlético había sido campeón entrenado por el austríaco Max Merkel, conocido como Míster Látigo. Pese al éxito en la Liga, los jugadores nunca llegaron a entenderse con él y el club aprovechó unas desafortunadas declaraciones suyas en la prensa alemana para rescindir el contrato. Eso abrió las puertas a Lorenzo, que entrenaba al San Lorenzo de Almagro. No dudó en trasladarse a Madrid y, de paso, agilizar la contratación de sus dos mejores hombres allá en Argentina.

 

         Propiamente no eran los únicos jugadores argentinos del Atlético. Con antelación había llegado como oriundos Iselín Santos Ovejero, el cacique del área, y Rubén “Panadero” Díaz”, además de Heraldo Bezerra, brasileño que jugó Newell’s antes de ir al Atlético, y del paraguayo Domingo Benegas. Había otro argentino de nacimiento, aunque este era por circunstancias: José Eulogio Gárate, de Sarandí, Buenos Aires, aunque de chico ya pasó a vivir al País Vasco de done eran originarios sus padres.

 

         Debido a esta relación de jugadores, el Atlético de Madrid empezó a ser conocido como el Atlético de Buenos Aires. Y en cierta forma así mostraba su juego, con una calidad técnica desconocida en Europa.

 

         El Atlético no pudo revalidar su título de campeón de Liga porque el FC Barcelona con Johan Cruyff hizo una extraordinaria campaña. Los rojiblancos quedaron subcampeones y se adjudicaron el mérito de ser el primer equipo español que derrotó al FC Barcelona con Cruyff en su equipo.

 

         La contrariedad impidió que el Atlético consiguiese la Copa de Europa de 1974. edición en que disputó la final Bayern Munich de Maier, Breitner, Beckenbauer y Müller. Le sobraron 25 segundos, porque fue ese tiempo el que faltaba cuando los alemanes neutralizaron el gol de Luis marcado de libre directo en la prórroga. Hubo partido de desempate al que el Atlético llegó muy mermado y ya no pudo contrarrestar el excelente nivel físico de sus rivales. La UEFA, en parte, ya había allanado el terreno al Bayern ya que había sancionado a 6 jugadores del Atlético por culpa del nefasto arbitraje del turco Babacan en semifinales.

 

         Este “Atlético de Buenos Aires” tuvo finalmente su histórica recompensa. El Bayern no estaba dispuesto a jugar la Copa Intercontinental por lo que Atlético recibió el honor de representar al fútbol europeo.

 

         En doble partido, tras perder 1-0 en Buenos Aires, remontó 2-0 en Madrid al Independiente argentino. El segundo gol, el que decidió la eliminatoria, fue obra de Rubén Ayala, con lo que pasó a formar parte de la historia del club madrileño con letras de oro.

Rubén "Ratón" Ayala con la camiseta del Atlético de Madrid

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