lunes, 7 de octubre de 2013


SUECIA 1958: LA NAVIDAD DEL FUTBOL

Por Luis Ramírez Ruiz

Así tituló la revista argentina El Gráfico su sección dedicada al Mundial de Suecia 1958 en la edición  especial para el Mundial Argentina 1978.

Cuando leí el titular, me llamó mucho la atención y es que se referían a la presentación en las vitrinas internacionales de Edson Arantes Do Nascimento, mejor conocido como Pelé.

Para los editores argentinos, en esos momentos, Pelé era el mejor jugador de la historia –estoy seguro que años después han cambiado de opinión-, y resaltaban el surgimiento de Pelé en un Campeonato Mundial a los 16 años de edad y su aporte, fundamental, para que Brasil se coronara como campeón del mundo en Suecia 1958.

Y eso que Pelé no jugó todos los partidos de ese Mundial ya que llegó con una lesión en una rodilla producto de una entrada muy fuerte de un rival en un partido de preparación que los seleccionados brasileño jugaron ante el Corinthians  de la liga Paulista antes de partir a Suecia.

Pelé estuvo a punto de quedar fuera de ese Mundial debido a la lesión, pero fue cuidado “entre algodones” y, si bien la ciencia médica deportiva no era lo que es hoy en día, a Pelé lo trataron efectivamente con fomentos de agua caliente aplicados en la rodilla afectada para que pudiera jugar el Mundial.  Sin embargo,  en los dos primero partidos no pudo jugar (contra Austria y contra Inglaterra) y fue hasta el tercer partido de la fase de grupos contra la Unión Soviética en donde Pelé hizo su debut y anotó uno de los dos goles brasileños en la victoria de 2-0 sobre la URSS del legendario portero Lev Yashin.

Y debemos ser justos en comentar que el equipo brasileño no sólo era Pelé, pues también otros inmortales de ese equipo: Garrincha, Gilmar, Zagallo, Vavá, Didí, Mazzola… sin embargo, la magia del chamaquito de sólo 17 años, hizo la diferencia para que Brasil siguiera avanzando y ganara esa Copa del Mundo.

En los cuartos de final, Brasil enfrentó a País de Gales, y Pelé le dio el triunfo a su escuadra por la mínima diferencia con un gran gol tras un pase de Vavá. Así, Brasil pasaba a las semifinales para jugar contra el poderoso equipo francés de Just Fontaine –quien al final fuera el goleador del certamen con 13 anotaciones- y Raymond Kopa. A los franceses, Brasil los derrotó con un contundente 5-2 y Pelé fue el autor de tres goles.

Para la final, contra los anfitriones, los brasileños dieron una demostración de un gran futbol y derrotaron a los suecos 5-2. Pelé anotó dos goles y en ese partido jugaría como compañero de Zagallo, quien fuera su técnico en el último Mundial que jugó y ganó: el de México en 1970.

Todos recordaremos las imágenes en película de 16 milímetros que se conservan a la fecha de Pelé, con sus 17 años a cuestas, llorando de felicidad en el hombro del portero Gilmar.

Y sí, El Gráfico tenía razón, fue ese 1958 la Navidad del Futbol.

Pelé llorando en el hombro de Gilmar tras conquistar la Copa del Mundo de 1958

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