LA MUERTE DE UN GRANDE DEL FUTBOL

 Por Carlos F.Ramírez

De vez en cuando cierro  los ojos y recuerdo la silueta inolvidable de Eusebio da Silva Ferreira, quien acaba de fallecer. Sin duda es el más grande jugador que vistió la camiseta roja de Portugal.  Cuando la UEFA eligió en 2004 a los “Jugadores de Oro” de cada país, Eusebio – a quien apodaban la “Pantera Negra” – fue reconocido como tal. Pero  vivió la tragedia del gran astro, que finalmente fue olvidado por su país adoptivo Portugal, y tuvo problemas financieros en sus últimos años.

Recuerdo a Eusebio, nacido en Mozambique (entonces colonia portuguesa en África) como la figura de un partido amistoso jugado en París, entre el Benfica – que lo había fichado cuando tenía 18 años – y el Santos de Pelé. Acababa de iniciar su carrera y en ese juego anotó tres goles contra los brasileños.  En 1962 contribuyó a que Benfica ganara su segunda Copa de Europa y en 1965 recibió el “Balón de Oro” como el mejor jugador europeo del año.

Pero faltaba lo mejor: luego de anotar goles oportunos y ayudar a Portugal para calificar en la ronda eliminatoria del Mundial 1966, jugando contra  Checoslovaquia, Rumania y Turquía; fue el ariete goleador del Mundial de Inglaterra (9 goles); y luego de vencer  a Hungría, Bulgaria y Brasil en el Grupo 3 anotando 9 goles y aceptando solo 2, su equipo enfrentó en cuartos de final al equipo sorpresa del torneo (Corea del Norte, que había eliminado a Italia).  Fue un histórico partido en Liverpool y a la media hora, tomados por sorpresa los portugueses perdían ¡3-0! Pero el equipo se reorganizó y Eusebio anotó

él solo, cuatro goles (dos por penales) y Portugal avanzó a semifinales ganando a los asombrosos norcoreanos por 5-3.

En semifinales les tocó enfrentar a Inglaterra, en Wembley.  Fue un duro partido disputado hasta el final, y gracias a dos goles de Bobby Charlton, los ingleses avanzaron a la final ganando 2-1.  El gol de Portugal fue un penal anotado…por Eusebio.   Embalados, los lusitanos obtuvieron el tercer puesto, gran consolación, venciendo 2-1 a la Unión Soviética;  de nuevo Eusebio anotó gol por tiro de castigo, suficiente para terminar como el goleador del Mundial.

 

Eusebio anotó 320 goles en 313 juegos de la liga portuguesa; ganó dos veces la “Bota de Oro” de Europa en 1968 y 1973; y sus 41 goles para la selección portuguesa, solo fueron superados por “Pauleta” (Pedro Miguel Resendes) quien sin embargo lo logró en 24 partidos más que Eusebio.

 

Pero vino lo más interesante: como ha ocurrido con diversos grandes jugadores del mundo que no vivieron la “época de oro” del fútbol – es decir cuando el dinero no era tan importante como ahora – Eusebio tuvo que dejar el Benfica  en sus últimos años.  Y el lector debe recordar que en 1975, el entrenador chileno Fernando Riera, quien destacó por haber llevado a  la Selección Chilena al tercer lugar del Mundial de 1962 celebrado en ese país, había sido entrenador precisamente del Benfica.  Así que  recomendó a Eusebio para el equipo Monterrey, cuando el gran goleador estaba en el ocaso de su carrera.  Una lesión le impidió jugar muy pocos juegos, y ya no siguió con los “Regios” y emigró al futbol norteamericano con el Toronto.

 

Antes, en los sesentas, Eusebio había venido a México a jugar uno de los famosos hexagonales internacionales con su equipo, el Benfica.

Pero nada opaca la figura de este gran goleador a quien apodaron “La Pantera Negra”, por su habilidad para infiltrarse entre la defensa rival y anotar goles espectaculares.   Descanse en Paz.

 

El gran Eusebio